Elizabeth Montoya | La Prensa Táchira.- Entrenar a los docentes para la detección precoz de patologías visuales y expandir el efecto multiplicador de la prevención al realizar exámenes masivos a los estudiantes de las escuelas primarias es la propuesta del oftalmólogo, Nelson Rosales, de cara a mejorar la salud visual de los tachirenses.
Rosales, quien dirige el Servicio de Oftalmología del Hospital Central de San Cristóbal, asegura que este es un proyecto que ya tiene un antecedente en el estado denominado "Visión para el futuro", al cual lamentablemente no se le dio continuidad.
"Nosotros podemos entrenar a los docentes, explicándoles en qué enfocarse y cómo examinar a los niños al inicio del año escolar con un examen visual básico. También determinar cuáles son los signos de alarma, cuando el niño tiene posiciones viciosas ante un computador, o tiene desviaciones por movimientos oculares involuntarios. En fin, para que detecten cualquier funcionamiento anormal en materia de salud visual. Y por supuesto, una vez examinado hay que establecer quién va a atender a esos niños, cómo se van a atender, crear los enlaces para la atención integral. Es un proyecto muy ambicioso, pero muy importante", destacó.
Rosales insistió que es fundamental examinar a los infantes en edad escolar, ya que los problemas visuales, especialmente los de tipo refractivo, como miopía, astigmatismo, hipermetropía o sus combinaciones llegan a condicionar e incluso causar un mal rendimiento estudiantil. Sin embargo, destaca que además de la capacitación de los docentes, se debe dotar a las escuelas que participen en este proyecto de implementos básicos, como cartillas visuales y obturadores para la realización de los exámenes.
Falta equipamiento
La falta de equipamiento también es una debilidad del propio Servicio de Oftalmología del Hospital Central, el único dispensador de salud visual del sector público en la región que atiende no sólo a pacientes del Táchira, sino provenientes del Sur del Lago de Maracaibo, Alto Apure, Barinas, Mérida y El Vigía.
Pese a sus limitantes, entre los que resaltan la falta de lámparas de hendidura para la revisión de los pacientes, este servicio atiende hasta 2500 pacientes al mes, tanto en consulta (que funciona con cita previa a través de correo electrónico), como a través de la unidad de Emergencia Oftalmológica, que funciona 24/7, con una planta de 15 especialistas y 25 residentes en todo el servicio.
Chequeo anual
Por su parte, Domingo Zambrano, oftalmólogo de un centro de salud privado, señala que como ocurre con la mayoría de las especialidades médicas, la prevención y la realización de un chequeo anual es fundamental para mantener la salud visual y la detección temprana de enfermedades de alta incidencia, como el glaucoma.
"La mayoría de pacientes acude a consulta por visión borrosa por defectos refractivos, o la presbicia a partir de los 40 años de edad. Sin embargo, hay enfermedades silentes como el glaucoma que no presentan síntomas, a menos que ya sea agudo y te cause un dolor fuerte que te obligue hasta salir en la madrugada a buscar ayuda. Pero el daño al nervio óptico puede ser progresivo y causar incluso la pérdida de la visión, cuando se pudo diagnosticar y corregir en un chequeo de rutina", destacó.
Además, subrayó que esta evaluación anual de la salud visual debe ser realizada por un oftalmólogo y no por un optometrista, cuya especialidad y área de competencia es la formulación de lentes de corrección, por lo que su evaluación "no sería completa", ya que este sólo brinda atención primaria en salud visual, mientras que el diagnóstico médico integral del órgano de la vista corresponde en primer lugar al especialista de oftalmología.
"Aunque, aparentemente no tengamos nada es importante esta evaluación bajo microscopio y la experticia del especialista que es quien puede determinar si hay algún problema, aunque el paciente no sienta nada todavía, en vez de esperar un signo de alerta", destacó.
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