La elección de los integrantes que redactarán la nueva Constitución en Chile efectuada el domingo próximo pasado, arrojó resultados desfavorables para el Presidente Boric y la izquierda. Gana arrasando la derecha, con lo cual la ilusión del Presidente de una Constitución socialista se esfuma, el ciudadano no se dejó persuadir por la izquierda, más aun viendo lo que sucede en Venezuela, Colombia, Bolivia, Nicaragua y Cuba.
Más allá del triunfo hay otras lecturas, en principio un sistema electoral auditable en todas las fases del proceso, un control ciudadano en tiempo real del voto emitido y contado, un sistema electoral que no está intervenido, elecciones auténticamente libres.
Esto le permitió al ciudadano castigar a la izquierda por ser responsables en gobierno de la perdida de la calidad de vida, conduciéndolos a una crisis para bajo ella producir los cambios, debe servir de reflexión para Venezuela, ya que nadie en su sano juicio cree que Maduro puede ganar una elección libre, el chavimadurismo perdería todo en todas partes.
Por otra lado, los resultados que están presentando los gobiernos de izquierda revelan un propósito distinto a procurar el bienestar y prosperidad del ciudadano, la izquierda está exhibiendo una tendencia al autoritarismo y dominación bajo los conceptos de disminuir el trabajo, la producción y el comercio escondiéndose detrás del tema medio ambiental, y el abandono de la sociedad que consume, por una de consumo limitado y controlado por el Estado.
El pendular en votos de la izquierda a la derecha, implica, primero que la derecha es una fuerza concreta que tiene dos partidos con los dos mejores resultados, la posición comunista de Boric y sus aliados no le dejó alternativa a la izquierda democrática, los que apoyan el socialismo de mercado, que migrar para apoyar a la derecha.
La polarización en América Latina está borrando los centros de izquierda y derecha, para concentrarse en derecha e izquierda. Esta circunstancia va reduciendo el debate, ya Petro en Colombia es minoría estando su aprobación apenas en 30% y bajando; la diferencia es que en Colombia se quiere imponer la revolución marxista desde el Poder Ejecutivo, por lo que tanto el Fiscal general de La República y La Corte Suprema de Justicia le salieron al paso indicándole que existe separación de poderes y que transgredirlos sería entrar en dictadura.
Ahí entonces un mecanismo que en Venezuela no existe, la autonomía y separación de poderes, que obliga al Presidente Petro a mantenerse en los límites de su competencia. En Venezuela los poderes públicos fueron el primer objetivo de la revolución "todo dentro de la revolución, nada fuera de ella" y se blindaron, lo inconstitucional de sus actos fueron cubiertos por los poderes públicos con la formalidad de una legalidad que no es tal.
Pero Latinoamérica viene de tener elecciones en Uruguay y Paraguay donde ganaron presidentes de derecha, a lo que se le debe sumar la posición del Presidente del Salvador con un 80% de intención de voto para reelegirse, donde prevenidos al bate está la elección de Argentina, donde los candidatos de derecha tienen la primera opción.
Sin lugar a dudas, importante el comentario de Brasil, donde el Presidente Lula, ganando en un solo departamento sacó la ventaja para ganar sobre la votación homogénea territorialmente de la derecha en el país que apoya a la derecha.
Comenzó el péndulo ahora a la derecha, esperemos pronto por Venezuela.
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