La visita del Presidente Petro a Estados Unidos para procurar convencer al Presidente Bidem de suavizar las sanciones al régimen venezolano a cambio de unas condiciones mínimas electorales, desnudan verdades que buena parte de los políticos en Venezuela no quieren percatarse.
El Presidente Petro requiere esa posición de suavizar sanciones al gobierno de Maduro para poder entrar en negociaciones sobre monómeros, gas y petróleo, pero aspira ganar con esta indulgencia la ruta del premio Nobel de La Paz.
¿Que ganaría Venezuela? Solo condiciones mínimas electorales. Lo cual evidencia que no existen condiciones plenas, que no son elecciones libres, transparentes, auditables.
Se admite en la comunidad internacional el hecho de que en Venezuela no existe democracia sino autoritarismo, que toma de la democracia lo que le resulte útil para legitimarse, y eso es precisamente lo que Petro busca en EEUU, unas condiciones mínimas aceptadas para que se pueda legitimar el régimen socialista de Maduro, sobre el que pesa un expediente de violación de DDHH y delitos de lesa humanidad.
En consecuencia se debe hablar claro, la elección es vendida como la salida de la crisis y del régimen, pero por otro lado no se ganará si las condiciones son las mínimas. Si admitimos el carácter autoritario del gobierno, es bueno preguntarse ¿la revolución está dando paso a su salida?, no, no lo está haciendo, entonces sobre la elección tenemos puntos opuestos.
Una conferencia para hablar de la crisis venezolana pasa por exigirle al régimen regresar a la constitución económica, devolviéndole al ciudadano el derecho de libertad económica, la democratización del acceso al crédito, la libre empresa y competencia, que derogue las políticas de intervención sobre la economía regresándole al BCV su autonomía.
Problemas económicos requieren medidas económicas, si apostamos a resolver los problemas sociales poniendo fe en ganar unas elecciones en condiciones mínimas, lo más probable es que la crisis social y económica continúe.
Es el eterno problema de fijar la elección como un fin y no como un medio, de ahí en consecuencia la razón del porque el régimen socialista avanza a pesar de 15 diálogos y 23 elecciones.
La crisis económica y social se corresponde al modelo socialista ortodoxo, Cuba vive en las mismas condiciones que Venezuela, es el modelo no es crisis y dejará de serlo cuando el ciudadano esté habituado a esos nuevos valores que trae consigo la revolución cultural en la sustitución de valores, de la abundancia a la escasez, de clase media a pobre donde todos somos pobres menos la clase de la burguesía chavimadurista.
Petro logrará primero su propósito si la llamada plataforma democrática le sigue el juego de aceptar la presión de suavizar sanciones por condiciones mínimas para que siga gobernando el autoritarismo socialista.
Es mi criterio y así lo sostengo, la llamada plataforma opositora tiene equivocados los objetivos en los puntos del dialogo, así como los planteamientos que le formulan a la comunidad de países. Lo primero es lo económico para que el ciudadano recupere su calidad de vida.
Importante sería que los voceros le exijan a los países políticas concretas para impedir que los chavistas migren a sus países con el dinero de la corrupción.
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