El asesino que se delató tras huir y llevarse su propia fotografía en 1997

Ariana Moreno | La Prensa Táchira.- Rafael Francisco Daboín, 48 horas antes de su muerte terminaba de acomodar algunos muebles de su nuevo apartamento en la urbanización Los Guásimos, ubicada en la parte alta de la ciudad de San Cristóbal. A su dormitorio ingresó los últimos objetos que faltaban; un colchón y su base fueron puestos en el lugar, con ayuda de quien más tarde los usaría para asesinarlo siniestramente. 

Daboín era un reconocido artista, quien desde joven se dedicó a trabajar para darle notoriedad a la movida teatral tachirense y traer a casa grandes galardones producto de sus mágicas obras. Logros que lo llevarían a fundar el 27 de octubre de 1978 la Compañía de Teatro de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), así como la Sociedad Amigos del Teatro.

Se unió a grandes figuras del mundo artístico, como lo fue el argentino Carlos Giménez, con quien también estableció la Fundación del Teatro Nacional Juvenil del Táchira. Además, dictó innumerables talleres sobre actuación para aquellos estudiantes inquietos con los que más tarde lograría romper los cánones de la época y así gozar de gran respeto internacional. 

La gran obra de Rafael Daboín, "La Celestina", quedó en el recuerdo de la colectividad del Táchira como una de las mejores creaciones artísticas que se han realizado en la región. Su último gran reto fue traer su título de magíster en Teatro Latinoamericano de la Universidad Central de Venezuela, donde sólo se graduaron cuatro personas. 

Sueño arrebatado

Una vez culminada la maestría, Rafael pensaba volver al Táchira a revivir todos los auditorios del estado a través de sus polémicos montajes. Sin embargo, un hecho atroz impediría que este artista continuara resaltando el talento tachirense. 

Cuando todo sucedió en 1997, Daboín tenía 48 años de edad y estaba en la cúspide de su fama. Todos sabían quien era y cualquier persona buscaba la manera de acercársele. Entre uno de los tantos lugares a los que asistía conoció a Óscar, un hombre con el que desarrolló un fuerte vínculo, según cuentan medios de comunicación de aquel entonces. 

 Pese a que no estaba asociado al mundo artístico se logró ganar rápidamente la confianza de Daboín. Tanto así, que el 19 de marzo de ese mismo año el director de cine pidió la colaboración de Óscar, cuyo apellido no fue revelado por las autoridades policiales de la época, para poder realizar una mudanza al apartamento 02-04, ubicado en el bloque 12 de la urbanización Los Guásimos cerca de la ULA, Santa Cecilia en San Cristóbal. 

Luego de la mudanza, Rafael Daboín advirtió a la doméstica que no permitiera el acceso de este sujeto al apartamento, pues al parecer se había intentado llevar algunos objetos. La mujer hizo lo que su patrón le pidió y más aún cuando no era bien conocido por las personas del entorno de la víctima. Incluso, ella que tenía varios años trabajándole al director del grupo de teatro de la UNET, aseguró que lo había visto en escasas oportunidades, una de ellas, el día en el que lo ayudó a mudarse. 

Horas después, el cuerpo sin vida de Rafael Francisco Daboín fue hallado dentro de su recámara con el cuello aprisionado con el jergón de la cama y una herida de bala en la cabeza. La trágica escena fue descubierta aproximadamente a la una y media de la tarde por la doméstica, quien desde horas de la mañana había acudido al apartamento a preparar la comida y demás quehaceres, como lo hacía todos los días.

También fue enterado otro joven que se encontraba en el apartamento arreglando algunas instalaciones eléctricas y terminando de acomodar algunos muebles. Según cuenta la empleada doméstica a medios locales de la época, ese día ambos trabajadores se encontraban extrañados de que Daboín no se había levantado aún, por lo que se dirigieron hasta la habitación, donde observaron cierto desorden, pero no vieron al director teatral. 

Angustiados por su ausencia comenzaron a buscar en toda la habitación hasta hallar el cuerpo sin vida debajo de la cama. El horrible hallazgo inmediatamente fue notificado a autoridades locales, quienes se hicieron presentes en el lugar de los hechos. 

En un principio, el cuerpo policial presumía de un robo perpetrado en horas de la noche del viernes 21 de marzo por dos o más personas, quienes sometieron a la víctima hasta llevarla debajo de la cama, donde fue asfixiada con la base de la cama y ultimada de un disparo en la cabeza. 

No obstante, había un detalle que intrigaba a los investigadores: ninguna entrada de acceso había sido forzada. Esto hizo pensar que tal vez los asesinos podrían ser allegados de Rafael Francisco Daboín, quienes no tuvieron ningún inconveniente para ingresar al apartamento y cometer el horrendo crimen. Del lugar desapareció un televisor, el VHS, la billetera del artista teatral y una fotografía propiedad de Óscar que causó una gran sospecha. 

Además, se conoció que un vehículo de Rafael Daboín, un Chevette, color blanco, placas XOK-857, el cual se encontraba en el estacionamiento de la urbanización, también fue encontrado abierto. Según relata la empleada doméstica, la foto la había dejado el hombre el día en que ayudaba a la víctima a cambiarse de vivienda y casualmente, para el momento del hallazgo del cadáver ya no estaba. Esta parecía ser la pista que los investigadores policiales andaban buscando y que en un principio pasaron por alto. De inmediato, comenzaron a recolectar información sobre este sujeto, de quien se enteraron que era un exmilitar de la Fuerza Armada Nacional que había sido expulsado por mala conducta. Fue objeto de un amplio seguimiento por parte de la Policía Técnica Judicial, pues se presume que la misma noche del viernes se marchó de la ciudad para no ser descubierto y atrapado por las autoridades.

Gracias a las declaraciones suministradas por personas que mantenían gran amistad con la víctima, se pudo lograr el allanamiento a la residencia del exmilitar, de quien se dijo mantenía una estrecha relación con Daboín. 

La inspección fue practicada por los funcionarios de la Brigada Contra Homicidios del antiguo Cuerpo Técnico de la Policía Judicial (CTPJ), comandada por el inspector Simón Valero para lograr su captura, pero esto no fue posible rápidamente.

Mientras el asesino era buscado, la noticia se hizo pública causando gran angustia, consternación y repudio en la comunidad tachirense por ser una víctima ampliamente conocida en todo el estado Táchira por el trabajo que venía realizando desde hace varios años al frente del grupo de teatro de la UNET. 

La histeria se hizo más notoria al enterarse que durante pocos días se habían cometido al menos tres crímenes contra personas que habitan solas, y quienes son ultimadas por individuos a los que les han brindado su confianza o mantienen algún tipo de relación.

Al igual que sucedió en los homicidios de un vendedor de joyas sirio llamado Hekmat Debal, y un comerciante identificado como Felipe Cantor, ambos asesinados semanas atrás dentro de sus respectivos apartamentos donde vivían solos, en el recinto de Rafael Francisco Daboín tampoco violentaron las cerraduras de la puerta. 

"La Celestina está de luto porque en las tablas de Rafael Daboín falta él, con su trabajo continuado, su gran sueño, un teatro para el Táchira y la esperanza de poner en escena la excelencia teatral", relataban las noticias de esa época.

Captura 

Aproximadamente una semana después se produjo la detención del homicida del director de teatro de la Universidad del Táchira, Rafael Daboín. La captura fue practicada en horas de la tarde en una residencia de El Piñal, municipio Fernández Feo, donde el exalumno de la escuela de Suboficiales de la Guardia Nacional permanecía oculto, la Policía Judicial consideró el caso esclarecido.

El sujeto fue aprehendido días después de haberse realizado el allanamiento por funcionarios de la Brigada Contra Homicidios del CTPJ a una residencia de El Piñal, donde el indiciado se encontraba oculto desde el viernes 19 de marzo cuando cometió el asesinato.

El comisario Héctor Marín Acosta, quien era el jefe de la región andina del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial, informó que en la residencia allanada se encontró el televisor, el VHS que fueron robados del apartamento 02-04, bloque 12 de la urbanización Los Guásimos, parroquia San Juan Bautista, San Cristóbal y que también fue recuperada el arma de fuego con la que, presuntamente, Óscar dio muerte a su indefensa víctima. 

Por el homicidio de Rafael Daboín igualmente fue detenida una parejaque fue altamente investigada y sometida a interrogatorios, por su presunta complicidad en el hecho. Reportes policiales registrados en los periódicos locales informan que estas personas fueron piezas importantes para dar con el paradero del homicida. Fue capturado en la residencia de unos familiares suyos, a donde se había dirigido y permanecía oculto luego de haber cometido el crimen.

En corto tiempo consideró la PTJ esclarecido el caso de Rafael Daboín. Pese a que el hombre fue llevado a la sede de la policía judicial para ultimar detalles sobre el móvil del crimen, hasta la fecha de hoy no se sabe exactamente cuál fue el motivo que llevó a este hombre a cometer tan horrendo asesinato. 

Según medios de comunicación, extraoficialmente se dijo que la muerte del director de teatro se habría producido por ciertas diferencias que se habrían presentado entre las dos personas. Según se informó, los dos mantenían una relación personal, pero en los últimos días al parecer se presentaron ciertas divergencias y a lo mejor esto generó el crimen.

Reconocimiento

Tras su muerte, han sido innumerables los reconocimientos a este destacado artista. Una sala de teatro de la Universidad Experimental del Táchira lleva su nombre como conmemoración a su obra y cada 27 de marzo, en el Día Mundial del Teatro, sus aprendices le recuerdan. 

La periodista Sebastiana Barráez Pérez escribió para el momento de su muerte: "Cuando frente al paraninfo de la Universidad Central de Venezuela vestido de toga y birrete, con tus medallas colgadas al cuellome contabas tus planes para el teatro tachirense sentí un profundo regocijo, porque sabía que tu regreso al Táchira, una vez culminado el Magíster en Teatro Latinoamericano, era para sacudir los cimientos de una sociedad que culturalmente parecía haberse dormido en los brazos de la inercia, el eterno Rafael Daboín volvería con sus montajes a exprimirle a los jóvenes el talento, a arrancarle al tradicionalismo su careta deformada y a revivir los espacios del auditorio de la UNET, al que le diste vida, o en cualquier sitio, incluso en un colectivo como en aquel famoso "Autobús". 

El artista le confesó a la periodista tachirense que no tenía planeado radicarse en Londres, donde estudió ni en los salones de la vieja Europa, sino seguir en el Táchira. "Quiero que escribas un reportaje sobre mí", le dijo. Cosa que no pudo cumplir, sino como una forma de despedida. Rafael Francisco Daboín dejó con su partida una madre inconsolable, una hija huérfana, un nieto al que no pudo ver crecer y a un público que hoy por hoy, aún clama su nombre. 

Los datos de esta historia criminal del Táchira se encuentran resguardados en el archivo de la Hemeroteca Estadal "Pedro Pablo Paredes, ubicada en el municipio San Cristóbal, parroquia San Juan Bautista, carrera 8 con calle 11, en la sede del antiguo Liceo Alberto Adriani.

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