Ariana Moreno | La Prensa Táchira.- Al cumplirse medio año de la apertura de los pasos por los puentes fronterizos, expertos aseguran que se comienza a verificar la realidad que venían advirtiendo desde antes de que se abrieran. Carlos Casanova, coordinador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración de la Universidad de Los Andes (ULA), expresa que Venezuela sigue teniendo una integración social profunda con Colombia, pero cuando se habla de integración comercial dice que sigue siendo lo mismo que se hacía cuando se pasaba por las trochas.
"La trocha pasa ahora por el puente, el gobierno de Venezuela sigue estableciendo sus parámetros arancelarios y de forma definitiva sigue pasando exactamente lo mismo", advierte. Para el investigador, esta integración no ha sido posible porque no existe reciprocidad entre ambos países y pone como ejemplo el hecho de que el colombiano no puede tener Registro Mercantil en Venezuela y los venezolanos sí pueden tener Registro Mercantil en Colombia, lo que ha limitado la inversión en la actividad económica venezolana.
Por otro lado, asegura que el colombiano esperaba un paso de más de 30 mil venezolanos diarios para comprar y regresar, "pero la realidad es que no existe la capacidad de compra para que eso vuelva a ser así".
Sin políticas
Casanova asegura que la situación sigue siendo compleja porque no existen verdaderas políticas para la integración en la frontera. "Discursos muchos, pero políticas concretas no hay". Expresa que lo único que se ha planteado es una zona binacional entre el norte de Santander, San Antonio y Ureña, pero dice que esto no tiene sentido porque mientras en el norte de Santander tiene más de un millón de habitantes, los municipios fronterizos del Táchira no reúnen más de 200 mil personas. Para él, distinta sería una política que tenga que ver con una integración de mayor envergadura desde San Cristóbal hasta norte de Santander.
Afirma que el gobierno tampoco prepara planes para reactivar unas zonas comerciales e industriales, como San Antonio y Ureña, donde más del 80% está paralizado. Comenta que incluso el hecho de que el venezolano ya pase de forma directa para Colombia ha generado un impacto en el comercio minorista de San Antonio, que tenía los comercios, estacionamientos, ventas de agua, comidas y puntos de auxilio a las personas que iban a Colombia. "Esos puntos ya no existen porque el venezolano se está saltando a San Antonio y Ureña porque pasa directo, los perjudicados en ese punto fueron los habitantes de San Antonio y Ureña".
Por otro lado, advierte que la migración sigue siendo un punto importante porque empieza nuevamente a moverse. Dice que si el gobierno no cambia la política económica de tener una economía cerrada a una economía abierta, vamos a avanzar en el proceso de despoblamiento y ya no va a ser migración, sino éxodo.
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