No, no es suficiente, las detenciones son la consecuencia de los actos delictivos de la corrupción pero no su causa. De ahí la razón por la que no podemos conformarnos con las noticias de los presos que están atrapando, de donde es importante destacar la perdida de todo tipo de catadura moral por parte de la revolución.
Sorprende que a ningún corrupto al que le han incautado o confiscado bienes, sean fábricas, industrias, importaciones de materias primas para la agricultura. No, todo lo confiscado tiene que ver con actividades banales. Imagínese una red de chicas VIP de PDVSA, carros de lujo, mansiones, nada productivo. Dinero robado y perdido.
Esta revolución no tiene una política contra la corrupción, aun y cuando están metiendo presos a casi un centenar de enchufados y dirigentes del PSUV. La razón es sencilla, los que administran y los que tienen que controlar son los mismos, dicho de otra manera, el que roba es controlado por otro que lo deja robar. Todos los poderes públicos están dirigidos y controlados por el chavismo y los órganos de control también.
Si existiera intención cierta de elaborar y llevar adelante una política contra la corrupción, tendría que comenzar por derogar la mal llamada Ley Antibloqueo que en su articulado prescribe que la información de las negociaciones son consideradas reservadas al Estado, sin posibilidad de que se pueda ejercer controles. Es decir sus negociaciones son secretas.
Otra decisión obligatoria es regresarle al BCV su autonomía, actualmente cuando PDVSA vende petróleo le entrega al Banco Central la mitad de los dólares, conservando la otra mitad, asumiendo un rol de cambio de dólares que no es su función pero que genera corrupción.
Si el ingreso por petróleo lo sustraen como en efecto lo hacen de la Ley de Presupuesto, le estas eliminando el situado constitucional de gobernaciones y alcaldías, pero lo sacas del control parlamentario. Si no va el presupuesto de PDVSA a la Asamblea Nacional no se podrá determinar los ingresos y su destino.
Ahora bien, la revolución desvía los recursos de La Nación para poder crear la crisis que a su vez les facilita la dominación por escasez, no hay plata y por tanto los funcionarios públicos abandonan la estructura gubernamental y facilita el cambio del modelo de Estado, esta revolución ha financiado el activismo revolucionario en el mundo así como ha financiado a los dirigentes.
Recordemos que desde el tiempo de Chávez, les vendió petróleo a los países que no tienen, y los hizo intermediarios del negocio, que son por cierto los países agrupados en el Caricon, que ahora apoyan a Guyana junto a Cuba en la reclamación contra Venezuela, malos aliados financiados por la revolución.
Nada puede justificar la pobreza del venezolano, los servicios públicos en pésimas condiciones, con los salarios más bajos del mundo, siete millones de compatriotas en éxodo, sin sistema de salud ni educación, sin previsión social, pensiones y jubilaciones de miseria sin sistema bancario, el 80% de la industria cerrada junto al comercio, un país con la segunda refinadora más grande del planeta, con petróleo pero sin gasolina, con centrales hidroeléctricas pero sin generación de electricidad.
Nada justifica que Venezuela y los venezolanos estemos como estamos.
Nada puede justificar que el gobierno siga en el poder, la corrupción demostró que no hay gobierno para el ciudadano.
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR