Ariana Moreno | La Prensa Táchira.- Las apuestas ilegales representan una amenaza tanto para el que compra como para el que vende. Pese a que la Ley Nacional de Lotería regula la comercialización de cualquier juego distinto a aquellos que han sido autorizados, en el estado Táchira son cientos los establecimientos que ofrecen sorteos sin el debido control, poniendo en riesgo a los apostadores.
Para el presidente de la Lotería del Táchira, Marcos Albarrán, el no poder reclamar los premios es uno de los grandes peligros a los que se enfrentan los jugadores que invierten en establecimientos no autorizados. Asegura que a los que ejercen este tipo de práctica ilegal se les hace fácil inventar cualquier excusa para no pagar, llegando hasta desaparecer cuando se trata de grandes recompensas.
Al ser una venta ilegal, manifiesta que el apostador no tiene cómo reclamar ante ninguna instancia. Por este motivo, la Comisión Nacional de Lotería (Conalot), ha puesto en marcha un trabajo mancomunado que busca concienciar sobre estos riesgos, así como organizar el mercado lotero en la entidad.
Diego Marturet, coordinador de la región occidental de Conalot, asegura que no sólo son los apostadores los que corren riesgos, sino que los propietarios también deberán enfrentarse a graves consecuencias por el ejercicio de esta práctica en contra de la ley. Explica que cuando se explotan actividades ilícitas incurren en ciertas infracciones, como legitimación de capitales, terrorismo y explotación fraudulenta a la actividad.
Los dueños de los negocios tendrán que afrontar un proceso judicial que derivará en una multa por parte de la Comisión Nacional de Lotería, el cierre de establecimientos y retención de equipos. Pese a que manifiesta que actualmente es difícil medir el número de estos centros de apuesta ilegales, expresa que la comisión ha hecho un gran trabajo en ubicar a aquellos que sí están establecidos legalmente, con el fin de erradicar la venta de lotería extranjera dentro del territorio nacional, algo que va en crecimiento debido a la ubicación geográfica del estado que hace que los sorteos colombianos tengan mayor alcance.
En este sentido, el presidente de la Lotería del Táchira, expresa que durante los últimos cinco días se han realizado fiscalizaciones a lo largo del estado, donde se han encontrado que los centros de apuestas no poseen datos históricos de las jugadas, por lo que no se logró conseguir registro de loterías colombianas. Sin embargo, asegura que se mantendrán realizando inspecciones sorpresa para evitar que esto siga sucediendo y reimpulsar la lotería nacional.
Asimismo, el coordinador de la región central de la comisión, Jonathan Punceles, afirma que seguirán trabajando en el orden de las loterías y las rifas. Dice que además de las fiscalizaciones se están registrando páginas autorizadas para publicar resultados y para las rifas, la institución está emitiendo un registro temporal que le permite a los apostadores y centros de apuestas tener un basamento legal para ejecutar este tipo de actividades.
Denuncias
Según los delegados de la comisión, todo esto se viene realizando en respuesta a las denuncias de apostadores víctimas de estafas. Las redes sociales de este comité han servido como plataforma para conocer múltiples irregularidades presentadas en la venta de boletos y reclamo de precios.
Aseguran que al no tener legalidad no existe un seguimiento de la cadena de comercialización y por ello se presentan este tipo de situaciones. Pese a esto, invitan a los ciudadanos a realizar una denuncia de manera formal mediante un oficio, para que así se puedan captar el mayor número de establecimientos ilegítimos y poder erradicarlos.
Jonathan Punceles, a cargo de la región central, explica que al ubicar y captar centros de apuestas y riferos primero se le da la opción de ponerse a derecho ante la ley. Se encargan de otorgarles un basamento legal por un tiempo de tres meses, con el fin de que puedan conseguir los documentos necesarios para estar en orden.
Asegura que estas fiscalizaciones permiten mayor control sobre las irregularidades y tener una estadística de estos centros de apuesta. Lo mismo sucede con la Lotería del Táchira, quienes tratan de detectar los infractores a través de las redes sociales y luego los ubican para comenzar el proceso de alineación y agregarlos como aliados y embajadores.
Marcos Albarrán manifiesta que al ponerse al corriente se obtienen muchos más beneficios de los que pueden obtener con la venta de sorteos extranjeros.
Afirma que al legalizarse, las personas pueden optar por ayudas ante alguna necesidad a través de los programas de beneficencia.
Para Diego Marturet, de la región occidental, el estado Táchira ha estado siempre presente en materia lotera, debido a que pese a que la Lotería de Caracas fue la primera en fundarse, la primera en registrarse como institución de beneficencia pública y asistencia social fue la Lotería del Táchira, dándole gran impulso a nivel nacional.
Para el delegado, enriquecer el conocimiento en la lotería ha sido el principal logro de su visita al Táchira. Asimismo, los representantes de la supervisión aseguran haber obtenido una gran receptividad por parte de los vendedores de apuestas. Durante el control recogieron que muchos de los dueños le dejaron la responsabilidad a los encargados, pero no los prepararon para recibir a la Conalot.
Para prontas visitas, aconsejan preparar a sus empleados con la información adecuada que deben tener al momento de la fiscalización, así como la implementación de la debida cartelera. Aseguran que el objetivo de esta comisión está en explicar y orientar que legalizarse no es un proceso tan complicado, como quizá los propietarios de estos establecimientos se lo imaginan.
Lazos
Coinciden en que estas acciones son el resultado de un trabajo mancomunado, calificado como innovación de impacto que permite mayor alcance no sólo en el estado Táchira, sino en todo el territorio nacional.
El presidente de la Lotería del Táchira, Marcos Albarrán Briceño, manifiesta que la actuación de las alcaldías es de suma importancia y por ello están creando alianzas que les permita reivindicar los productos venezolanos.
Expresa que las alcaldías no tienen la facultad de tramitar permisos, pero sí la entrega de una patente por actividad económica que es un requisito para que le puedan dar la licencia de venta en la Lotería del Táchira. Esa licencia también es necesaria para el registro a la Comisión Nacional de Lotería. Por ello, afirman que es necesaria la participación y colaboración de todos. Finalmente, expresa que legalizarse es dar transparencia al sorteo, a la venta y al reclamo de premios, por lo que invita a la población a realizar lo propio.
Jugadores se adaptan de nuevo a sorteos venezolanos
A pesar de que la lotería colombiana había ganado terreno desde la llegada de la pandemia, los vendedores de apuestas aseguran que desde el pasado domingo 02 de abril ya no ofrecen productos del hermano país.
María Durán, vendedora de uno de los tantos centros de apuestas localizados dentro la ciudad de San Cristóbal, asegura que a pesar de que las ventas han disminuido, los compradores poco a poco se han ido adaptando nuevamente a los sorteos nacionales. Tanto así, que en los locales ubicados a lo largo del terminal se pueden observar gran cantidad de clientes para comprar boletos y revisar resultados.
Los famosos "Animalitos" se han convertido en la principal atracción de estos jugadores. Los preimpresos de Triple Gordo y juegos de la Lotería del Táchira, también siguen siendo de los preferidos de la clase media y alta del estado.
La vendedora, Nereida Rincón, expresa que las personas siguen jugando y tienen más opciones. Dice que el sistema está trabajando con 6 loterías venezolanas. Manifiesta que todo local comercial necesita el permiso de Conalot y actualmente se encuentran realizando fiscalizaciones que los han puesto a todos en alerta. Dice que también las rifas deberían entrar en estas revisiones.
Pese a esto, algunos ven con inconformidad la salida del sistema de productos colombianos. Aseguran que esto se debe a que las personas prefieren los juegos extranjeros porque tienen un solo sorteo y las loterías venezolanas en cambio tienen menos posibilidades de ganar.
El propietario del Centro de Apuestas el Divino Niño, Luis Pabón, asegura que lo que más se vendía era la Lotería de Cúcuta a través del sorteo Motilón. Expresa que sus ventas han bajado, pero los jugadores se han tenido que adaptar al Triple Táchira y otras loterías nacionales.
Dice que Triple Gordo, Kingo, Motowin son algunos de los productos que ofrece. Manifiesta que este negocio es como un supermercado, que "entre más tenga uno, mejor", porque según él la mayoría de las personas vienen por los terminales, pero al observar otros productos regresan por ellos.
Manifiesta que las ventas ilegales han afectado durante mucho tiempo las ventas, que en los últimos días han ido desapareciendo gracias a la fiscalización.
Sólo 24 horas
La vendedora, María Durán, expresa que esos lugares ilegales sólo permiten cobrar los premios hasta 24 horas después y los centros de apuestas legales resguardan el premio hasta 20 días, sin riesgos de perder la recompensa. Asegura que pese a que las ventas ilegales sí afectan; muchos compradores prefieren comprar en estos establecimientos por la confianza que ofrece.
Explica que desde que comenzaron las regulaciones, ahora sólo ve a estos establecimientos vender el juego Súper Gana de la Lotería del Táchira.
Aunque afirman estar en incertidumbre sin saber lo que vaya a suceder, esperan que las fiscalizaciones sirvan para poner en orden el sistema de loterías del estado, así como las rifas y otros juegos ilegales que han servido como medios para que criminales hagan de las suyas. Al igual que los representantes de la comisión, los vendedores aseguran que es mejor estar al margen de la ley.
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