Las historias tras la cascada encantada del Chorro El Indio

Lexys Castro | La Prensa del Táchira.- Existen diversos mitos y leyendas en el estado Táchira, entre ellos, se encuentra uno relacionado con la cascada Chorro El Indio, reseñada por Lolita Robles de Mora, la cual cuenta que un anciano encorvado de cabellos y barbas grises, usando un bastón se aparece en la zona advirtiendo que el agua del chorro se encuentra encantada.

El anciano se acercó a una mujer, madre de una familia que comenzó a vivir justo en frente del chorro y siendo nuevos en la localidad, se vio con el deber de advertirles que aquella afluencia de agua se encuentra encantada, les dijo que quien mirase el agua en la noche la vería resplandecer y perdería la razón.

Los habitantes de la zona también son testigos de las cosas extrañas que pasan en las aguas del chorro, en especial, aquellas que están empozadas en la naciente de la montaña, donde las personas han pasado penurias o se han perdido.

Uno de los habitantes más longevos del lugar se llama Víctor Peña, quien alega que ha vivido en carne propia muchas historias relacionadas con el encanto del chorro. Explicó que sabe de la leyenda del anciano; sin embargo, él junto con otros locales, dicen que la figura más recurrente y representativa es la del indio que se parece a las personas y cuida el lugar.

Misterios

Peña aseguró que existen muchas historias, que cuando estaba niño los abuelos de la localidad solían vivir arriba de la montaña, cerca de la naciente del chorro y algunas noches podían oír tambores de indios y la explicación que se daban entre ellos, era que vivían indios dentro de las montañas.

Recordó la vez que, en el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, empezó las labores viales en el sector del chorro, las cuales eran cerca de la naciente, por lo que se les apareció el indio a los encargados de la obra pidiéndoles que se fueran, que por ese lugar no podían pasar la vía, que si querían la hicieran por donde está la caída del agua, pero allí arriba no e incluso, en tono de amenaza les dijo que no gastaran el dinero, que si pasan por allí la vía sería dinero perdido, a partir de allí los encargados y obreros le llaman Chorro El Indio. 

Contó que en su juventud buscó a un extranjero junto con cuerpos de seguridad y habitantes de la zona. El hombre se perdió en las lagunas de la naciente y nadie supo de él durante día y medio, al conseguirlo, le relató a su familia que se topó, luego de bañarse en la laguna, con un camino muy hermoso que no pudo evitar seguir, allí se perdió, el camino desapareció y terminó en una casa de madera vieja e inhabitada, además él se encontraba en buenas condiciones, sólo con picadas de zancudos en el cuerpo. 

Un hombre llamado Rafael Contreras contó su historia en particular y dice que la montaña tiene muchos misterios, que a muchas personas les pasa lo que dicen las leyendas o cosas similares, a otras no, todo eso va a depender de las energías e intenciones con las que se presente la persona al chorro, muchas veces las personas con sus acciones profanan el río y eso lleva a que ocurran acontecimientos, como las crecientes de agua, incluso cuenta que hay personas que van a hacer brujerías en las piedras y eso hace que la naciente crezca.

Algunos locales tienen la costumbre de ponerle un altar al indio, como en el caso de Rafael, que le pone un vasito de agua ardiente o ron, un tabaco y cigarro, de no hacerlo cuenta que la presencia se manifiesta realizándole alguna treta, como la última vez, que al olvidar poner el altar, mientras estaba sentado en una silla alguien o algo le amarró sus pies con los mismos cordones de los zapatos.

También recordó cuando una avioneta cayó cerca de Loma de Pío y se estimaba una búsqueda larga, de al menos varios días, pero apareció un viejito que sabía donde estaba la avioneta, los guió a ella, en cuestión de treinta minutos a una hora y desapareció.

Finalmente, Graciela Chacón, confirma lo que muchos habitantes dicen, que es un misterio y sí suceden cosas, no a todos, pero sí hay historias de muchos, es algo que sucede de vez en cuando, que los grupos o parejas suben al Chorro El Indio en la madrugada en vehículos o motos, y pueden ver en la noche luces en la cascada, o sentir que al regresarse del río una persona baja con ellos en sus vehículos o sienten el peso de la persona en el asiento por unos minutos. Parece que el agua, la naciente, las lagunas de poca y mucha profundidad aguardan misterios, tienen vida propia, como explica el anciano de la leyenda de Lolita Robles, y actualmente los habitantes dan fe de eso.

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