Misiones pastorales, un instrumento para llegar a las comunidades rurales

Elizabeth Montoya | La Prensa del Táchira.- Durante este tiempo de Semana Santa, las órdenes religiosas de la Iglesia Católica asentadas en el estado Táchira acuden a lugares remotos, especialmente comunidades rurales donde hay una menor asistencia parroquial para asistir a los feligreses y profundizar el mensaje evangelizador a través de la contemplación de la Pasión, Muerte y Resurrección del Cristo redentor.

Fray José Gonçalves, representante de la Orden de la Merced establecida en el Seminario Mercedario "San Pedro Nolasco" de Palmira, destacó que en estas fechas por lo general se dividen en grupos, uno para acompañar a la feligresía regular del seminario, mientras que otro grupo de religiosos y seminaristas participa en las misiones pastorales.

"La misión es un reto que asumimos desde el encuentro fraternal con el hermano para hacernos portadores del mensaje de salvación, y así llevar la alegría de la resurrección al pueblo de Dios que se nos ha encomendado. Y también es una oportunidad para vivir el carisma que hemos escogido y hacer que otros se enamoren del mismo y del servicio a la Iglesia", afirma.

Gonçalves destaca que durante las misiones, los mercedarios al igual de los miembros de otras comunidades religiosas realizan las actividades propias de este tiempo litúrgico —eucaristías, procesiones, viacrucis, lavatorio de pies—, así como en otros espacios para la reflexión y actividades recreativas con niños y jóvenes de la comunidad asignada.

Fray Carlos Ortiz, rector del Seminario Franciscano "San José de Cupertino" y representante de la Orden de Frailes Menores Conventuales en Táchira, explica que "normalmente nos mandan cartas los párrocos de capillas, de comunidades en los campos, de parroquias que no tienen sacerdote para acompañarlos por toda la Semana Santa, llegando previo al Viernes de Pasión y retornando tras el Domingo de Resurrección". 

"Nosotros hemos ido a muchos lugares en los llanos, al campo, a lugares apartados de la parroquia, dos, tres horas hacia adentro para compartir la fe con la gente sencilla. A veces con el permiso previo del párroco y el obispo, se organizan bautizos, matrimonios. Hacemos confesiones también, además de los ritos litúrgicos, pero sobre todo los enseñamos a vivir como cristianos. Pero eso no significa que vamos a imponer, como que tenemos la verdad absoluta, sino que compartimos, es nuestro testimonio de vida", aseguró Ortiz. 

Aseguró que este año asistirán a la comunidad de La Laja (Capacho), y en oportunidades anteriores han asistido a las comunidades de Pregonero, Laguna de García, Michelena, Delicias, entre otros. Y en algunas oportunidades también los acompañan laicos comprometidos para ofrecer su servicio y junto con ellos "promover la vida fraterna, el respeto, recordando que Cristo está encarnado en cada uno de nosotros".

Padre Giovanny Nova, de la congregación de los misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI) y primer sacerdote oblato venezolano, destaca que precisamente el ideal misionero es el distintivo de esta congregación, que surge "por ese celo apostólico de salvar almas, especialmente las más necesitadas".

Nova destaca que las misiones en Semana Santa obedecen a una realidad cultural propia de Latinoamérica, junto con las de Navidad, porque en otras latitudes se realizan mayoritariamente en verano: julio y agosto en Europa, y en enero en el sur. 

"En Latinoamérica se realizan en Semana Santa y Navidad porque son tiempos litúrgicos fuertes, y en especial la de Navidad es muy propia y casi única de Venezuela por su forma de celebrarla. En nuestro caso, la familia oblata que la integran laicos que beben de nuestro carisma (espiritualidad), nos acompañan en las misiones populares en Semana Santa. En esta oportunidad, nos acompañarán cinco de ellos y un seminarista", detalló.

Señala que el centro son las celebraciones propias del Triduo Pascual, pero igual se hacen encuentros vocacionales "y algo propio de nuestras misiones es que visitamos los hogares y compartimos con las familias".

Enriquecen religiosidad

El padre oblato Giovanny Nova destaca que a veces es limitado, incluso el tiempo para realizar todas las actividades que quisieran y que esperan estas comunidades (que pocas veces recibe este servicio apostólico), especialmente porque las distancias entre un sector y otro de la parroquia suelen ser muy largas, tanto en llanos como en campos. 

Destaca que la religiosidad de estas zonas populares es muy rica y particular desde sus tradiciones, y que su objetivo es enriquecer esa espiritualidad a la luz del Evangelio. 

"Ser misionero implica saber transmitir el mensaje, partir de sus realidades y llevarles la Palabra a su vida, sin imponerse o arrastrar tradiciones, sino mostrando desde el ejemplo al Jesús vivo, actual y que da sentido y respuesta a sus carencias", destacó el misionero oblato.

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