LOS LÍDERES UNITARIOS

En las distintas actividades comunitarias y políticas que aún se llevan a cabo en el país, aparecen dirigentes que en sus intervenciones usan un lenguaje constructivo y de respeto hacia sus adversarios, ese es el tipo de dirigentes que debe orientar la acción pública de manera permanente, ya que con sus palabras y también con sus ejemplos, tienden a fortalecer el débil tejido social existente, que hace que muchas personas rompan relaciones sociales y hasta de parentesco, por discrepancias políticas, lo que no debiera ocurrir, pues el ejercicio de la política implica una actividad racional, en donde se dan a conocer por los líderes o dirigentes sus distintos puntos de vista, sobre el desenvolvimiento de una comunidad o de una sociedad. 

Que haya diferencias de ideas o de criterios entre todos ellos, es normal, pues no resulta nada fácil ensamblar distintas posturas de índole ideológico, políticas, económicas o religiosas; lo que sí resulta anormal es que esas diferencias puedan permanecer de manera prolongada en el seno de una Sociedad y no se les busque solución, a pesar de que provocan las mencionadas segregaciones que a la postre, favorecen a regímenes gubernativos que como el que tenemos en Venezuela, no sólo no genera prosperidad ni bienestar, sino que también no rinde cuentas de los enormes recursos financieros que ha manejado desde hace más de veinte (20) años. 

No se entiende sanamente que ante el diagnóstico que todos conocemos de la situación económica y social del país, los sectores democráticos, es decir, aquellos que por serlo representan la tolerancia, el dialogo y la optimización de la política, no agotan esfuerzos no sólo para fortalecer el tejido social comunitario, sino también para ir conformando dentro de un plano de pluralismo ideológico un verdadero equipo de líderes unitarios que le hablen a todo el país, de manera ecuánime, con propuestas factibles y constantes en el hacer que permitan sumar a la causa democrática a aquellos ciudadanos, que temen venir a este gran sector democrático por la desunión que aprecian. 

No se trata de otra parte que se abandonen o se claudiquen a pareceres o diferencias, no esa no es la idea, de esta opinión, se trata es de que puedan cambiar las actitudes y el lenguaje de quienes hasta ahora han conducido a la adherencia opositora, sin resultados favorables, ni capacidad de corrección, pues al seguir con las tradicionales imposturas, corren a la gente que quiere dar su grano de arena en favor de conquistar una democracia más liberal, social y funcional, esos líderes definitivamente no unen, todo lo contrario desunen y hacen que las diferencias existentes no sólo se mantengan, sino que también se profundicen en detrimento del espíritu democrático que dicen representar. 

Los verdaderos líderes unitarios, saben que en su trabajo político se van a topar con múltiples discrepancias, sostenidas por sus seguidores, las que deben ser manejadas y atenuadas con acuerdos que antepongan los intereses, aspiraciones y ambiciones de ellos, por responsabilidades compartidas, sin el uso del lenguaje descalificador e irrespetuoso, que solo denotan grosería y mala educación ciudadana. Esas discrepancias deben estar subordinadas al objetivo mayor, que es, en este caso, procurar la alternabilidad constitucional en el ejercicio de la Presidencia de la República, conectándose a tal fin, con humildad y respeto a la gente, la cual sabrá reconocer quienes unen y quienes desunen.  

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