Carlos Casanova: "La integración no es solo abrir puentes"

Elizabeth Montoya | La Prensa Táchira.- El coordinador del Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI) de la Universidad de Los Andes (VE), Carlos Casanova Leal, asegura que no se han logrado cumplir con las expectativas, especialmente a nivel comercial, tras la apertura de la frontera, no solo porque a ambos lados de la frontera cada día la economía está más deprimida, sino por la falta de políticas complementarias que favorezcan los procesos de integración y generen beneficio a ambos países.

"La integración no es solamente abrir los puentes es definir una política de beneficio mutuo, tanto en la interrelación Táchira - Norte de Santander, como en la relación binacional Venezuela - Colombia. Venezuela no se preparó legalmente y las diferencias entre ambas economías conducen a un beneficio unilateral por parte de Colombia", aseguró.

Casanova explicó que ambos países están explorando sus propias realidades y las de su vecino, pero no se han dado mayores avances, no solo porque no establecen dinámicas puntuales como el rol de la pequeña y mediana industria en este proceso, sino porque incluso los voceros de ambos países ni siquiera están concatenados en cómo realizar dicha integración.

"Nicolás Maduro plantea es una zona económica binacional, que va más allá de la Zona de Integración Fronteriza que se había decretado con la Comunidad Andina, pero nunca se puso en marcha. Petro habla de un eje fronterizo y ninguno esclarece las reglas. Por lo menos Colombia tiene experiencia con tres zonas de integración, dos con Ecuador y una con Perú, y un balance positivo de ellas. Además, Norte de Santander tiene políticas de protección y de fomento de frontera, mientras que Venezuela no las ha desarrollado y avanza muy lento hacia un tratado de relación bilateral", aseguró.

Comisión binacional

Casanova considera prioritaria la creación de una comisión binacional que avance en estos temas y genere propuestas para beneficiar a ambos países, unificando las visiones, más allá del tema ideológico, lo cual parte fundamentalmente por "democratizar" la economía venezolana, "para lo que la gente quiera".

"Venezuela sigue manteniendo una economía cerrada y, por ejemplo, ese potencial de pequeña y media industria que tuvo Ureña ya no existe y tampoco hay una política para reiniciar ese proceso al igual con el comercio que existía en San Antonio. Y eso no se da porque la economía cerrada liquida los medios de producción en manos privadas. Mientras no se emprenda el camino hacia una economía abierta, la relación que vamos a tener con Colombia es una relación entre el Estado venezolano y las empresas que este designe, con las empresas que el sector privado del lado colombiano tenga, lo que va a generar una situación de disparidad", aseguró. 

Casanova indicó que solo Norte de Santander tiene alrededor de 68 mil pequeñas empresas, mientras que en el SAREN solo se registran unas 44 mil en todo el país. "Y es la cifra de lo que está registrado, no de lo que está activo. De esta manera, el Norte de Santander casi duplica el registro de pequeñas y medianas empresas que existen en Venezuela", aseguró.

El académico estima que el mejor ejemplo de Colombia como economía abierta es el hecho de que, por cada 20 familias, haya una empresa, pues el Gobierno colombiano tiene como política el apoyo de las PYME para la generación de empleos. Frente a esta realidad -resalta- se observa una Venezuela donde ni siquiera funciona el sistema bancario nacional, especialmente, en el área crediticia y la imposibilidad de hacer pagos internacionales sin la intervención de terceros países. 

"En Venezuela, la banca que tiene muy pocas posibilidades. De hecho, el mercado internacional se mueve con cartas de crédito. Y eso no es posible en Venezuela. Y por eso también están cayendo con la plata en la mano, con millones de dólares, porque ni siquiera tienen un sistema bancario para guardar nada", subrayó.

Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR

Otras Noticias