Guiomar López | La Prensa del Táchira.- Los venezolanos están expuestos a la tuberculosis, esa es la preocupación de especialistas ante la falta de control en los penales como focos de contagios y las amenazas de generar una cadena epidemiológica.
También lamentan las deficiencias en diagnósticos en centros asistenciales con laboratorios o rayos X inoperativos, la necesidad de incrementar la cobertura vacunal con la BCG y la vigilancia a los más vulnerables de organismos inmunocomprometidos, adultos mayores y niños.
Todo se conjuga en una fórmula de alta peligrosidad y sin apreciarse un plan de prevención, cuando la Sociedad Venezolana de Infectología (SIV) recuerda los antecedentes de ese rebrote precisado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que revela el incremento de esta enfermedad infecciosa y que por lo general afecta a los pulmones, consecuencia de la bacteria mycobacterium tuberculosis.
Son alarmas que reiteran el alza desde 2017 a 2021, como el período más alto desde el 2000 al superar los 45 casos por cada 100 mil habitantes.
Ese aumento de la tasa de tuberculosis lo relacionan con la crisis humanitaria que atraviesa el país, principalmente por el déficit de personal especializado y lo limitado de los recursos diagnósticos en centros de salud públicos, incluyendo las fallas que puedan presentarse en la disponibilidad de tratamiento gratuito por parte del Estado.
Una sociedad tan expuesta que simplemente corre el riesgo a partir de la desnutrición y la pérdida de resistencia del sistema inmunológico.
Los especialistas cuestionan la ausencia de un boletín epidemiológico desde 2016, mientras la realidad sigue latente en la calle. Los registros de La Prensa de Lara reflejan el deceso de 21 privados de libertad en 2022 y el 33,3% fue a causa de esta enfermedad.
Pero los especialistas reiteran que se desconoce el verdadero impacto de este foco y sus implicaciones para replicar en contagios a familiares o allegados de la comunidad parlamentaria.
Para la neumonóloga, María Gabriela Ghini, se trata de un avance sigiloso que se ha duplicado por la debilidad en los diagnósticos.
Precisa estimaciones de la atención en consultorios en Lara que pasó de 2 a 3 pacientes por mes y desde el año pasado puede llegar a 10 casos mensual.
Recalca la importancia de concentrarse en prevenir y controlar su desarrollo a tiempo, para evitar que deje de ser contagiante. "Allí la importancia de que las personas conozcan que el ambulatorio antituberculoso del Hospital Luis Gómez López debe asegurar diagnóstico y tratamiento", precisa del control gratuito en Barquisimeto.
Más detalles de esta información en nuestra edición impresa de este viernes, 24 de marzo.
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