INTRODUCCIÓN.- Desde que se separó del Virreynato del Perú, la "mimada de El Libertador", ha sido "presa de los depredadores" políticos, sociales y económicos. Hace algunos años atrás, ocurrió algo inusitado en la Bolivia de los tiempos modernos. Un indígena, "dirigente cocalero", después de unos intentos, fue elegido presidente de Bolivia. Para "los blancos" que siempre han detentado el poder, esto constituyó una osadía de aquellos que habían sido los "postergados de siempre". Recordemos que en esos tiempos, los indígenas "no caminaban por las aceras" y en muchas partes prohibían su ingreso a parques o plazas, al igual como se "lo negaban a los perros".
EL GOBIERNO DE EVO.- Cuando llegó Evo Morales al gobierno de Bolivia, este ostentaba el título del "país más pobre" de Sudamérica, sólo superada por Haití, si la referencia era con respecto a América Latina y Caribeña. Evo, el futbolista de las "caimaneras del Chapare", realizó el mejor gobierno que haya tenido Bolivia, en aspectos económicos, sociales y políticos. Al lado de la "dignificación" de los siempre excluidos, mejoró la economía, pero no aumentando las inequidades, sino mejorando todas las variables sociales. La "derecha fracasada" de Bolivia nunca entendió ello y mucho menos el imperialismo, probablemente porque nunca les interesó. Con motivo de otra posible reelección, de Evo como presidente de Bolivia, la OEA jugó su rol, creando las condiciones de denunciar un "fraude" inexistente, lo cual implicó el "golpe de estado de 2019" que se frustró porque no lograron el objetivo de "asesinar a Evo".
LA VUELTA DE EVO.- Se autonombró Jeanine Añez como presidenta de Bolivia, quien inauguró su mandato con los asesinatos de Sacaba y Senkata, sin contar con los de El Alto. La represión fue llevada a cabo por su "ministro estrella" Arturo Murillo, hoy preso en los EE.UU. a seis años de cárcel, además de Luis Fernando Camacho, el santacruceño que con su padre, habían logrado que la policía y unos militares se plegaran al golpe contra Evo. Por la presión popular de los bolivianos, se convocó a elecciones presidenciales, que ganó holgadamente Luis Arce del MAS, y con el, volvieron Evo Morales y Álvaro García Lineras a su tierra.
¿Y LA DERECHA?.- No pudiendo hacer "otro golpe", la derecha volvió a conspirar y su centro operativo es Santa Cruz, evidenciando su afán de "separarse de Bolivia". Un líder es el "golpista" Luis Fernando Camacho que inexplicablemente estaba libre y no sólo eso, era gobernador de Santa Cruz, de donde ha ocasionado acciones de "violencia fascista" con saldo de asesinados, heridos y destrucción de inmuebles públicos. El apoyo de la derecha argentina, los bolsonaristas y otros, ha ayudado a Camacho a seguir la senda de violencia. Hoy este "fascista" está detenido y sus secuaces para "liberarlo" han mostrado una violencia inimaginable. El apoyo de la OEA, los EE.UU. y la Unión Europea ha sido desmedido, aunque ello era de esperar. La unidad de los seguidores de Evo y la movilización popular es indispensable para la paz y la democracia en "la mimada de El Libertador", ¡BOLIVIA!
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