Con frecuencia señalamos a la revolución socialista de ser la responsable de todos nuestros males, y de hecho es así. Vivimos en una crisis no por cumplir la Constitución, sino todo lo contrario, crisis por no cumplirla, en Venezuela se da cumplimiento a la Constitución cubana, y la crisis que vivimos es la expresión del modelo de Estado democrático que es sustituido por el Estado comunal, por tanto nuestra crisis es orgánica por el cambio de las estructuras del Estado.
La crisis tiene un tiempo, el cambio de estructuras es definitivo, por ello vivimos lo segundo y no lo primero.
Los revolucionarios hacen lo que les corresponde, imponer el modelo comunista que es su paradigma de vida, ¿los demócratas opositores qué hacemos para evitarlo?
El gobierno revolucionario no espera por elecciones para adelantar y fundar las bases del socialismo comunitario, no, lo hace todos los días. ¿Y qué hacemos todos los días los opositores para evitarlo? O por lo menos que se vea en la necesidad el gobierno de retroceder en alguna decisión tomada.
¿Qué es lo ideal? Que el 80% de los ciudadanos que estamos en contra de la implantación de la revolución, exactamente hagamos algo todos los días para evitarlo, y si así lo hiciéramos de forma organizada ya los pilares que sostienen a la revolución se resquebrajarían.
Es necesario que miremos a nuestras comunidades como si fuera el país, que comencemos por organizarnos comunitariamente sin esperar por partidos y dirigentes, reconozcamos e identifiquemos los problemas, su origen y responsabilidad, evaluar si los derechos atribuidos en la Constitución en favor del ciudadano se cumple, y por tanto exigir su consecución proponiendo también soluciones que se deben tramitar con el respaldo ciudadano activo.
Imperativo no quedarse quietos, se debe romper el habituamiento a la escasez, malos servicios, tenemos que exigir condiciones de vida para frenar el éxodo, no hay trabajo, no hay sistema bancario. Lo que hay es inflación con pensiones, jubilaciones y salarios por debajo del umbral de pobreza.
El gobierno que no decreta el aumento de salario, es el mismo que autorizó el aumento de todos los servicios públicos, es el mismo gobierno que ancló al petro todos los impuestos y multas, todo sube autorizado por el gobierno menos la porción de bolívares que usted y yo recibimos.
El cuento es el mismo, no aumentamos el salario ya que incide en la inflación, y es que ¿acaso ya no tenemos una de las inflaciones más altas del mundo con el salario más bajo en este mismo mundo?
Ah, la inflación es la herramienta usada por la revolución para empobrecer a toda la clase media y lo logró y dejó a los pobres más pobres con más pobres haciéndole compañía.
Frente a lo que nos sucede no hay organización social con acciones que lo eviten o hagan retroceder al régimen en su propósito.
Mientras la oposición ve el tiempo de elecciones como la época para organizarse electoralmente, la revolución usa todos los días del año para poner un ladrillo en la construcción del socialismo, no espera por elecciones. ¿Qué hace la oposición cuando no hay elecciones? ¿Qué organiza?
Esta corta reflexión nos conduce a afirmar que no hace nada. Si usted que es opositor y no está haciendo nada es por lo que señalamos que en la base los partidos no construyen la organización que brinde la herramienta de lucha para reivindicar nuestra calidad de vida que hoy no tenemos pero a la cual tenemos derecho.
El chavismo llega ahora a la escuela y liceos para formar las estructuras estudiantiles, vale decir para continuar con el proceso de ideologización comenzado en los propios textos escolares.
A veces el silencio de la oposición ensordece.
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR