Sangre en las sotanas, el hampa también asesina a sacerdotes

Euseglimar González | La Prensa Táchira.- El crimen en Venezuela no conoce credo ni respeta las sotanas, en los últimos 24 años el hampa ha registrado al menos ocho casos de sacerdotes y miembros de la Pastoral que han sido asesinados.

El 9 de julio de 2018 es recordado todavía para muchos de los habitantes del barrio Santa Isabel en Barquisimeto, aun cuando ya han pasado cuatro años que hampones asesinaron al sacerdote Irailuis García Escobar, de 38 años, cuando estaba llegando a la casa parroquial.

Eran las 3:30 de la tarde, el padre Irailuis estacionó su camioneta Terios y comenzó a hablar con unas adolescentes, que estaban junto a él en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes.

No había pasado ni cinco minutos cuando fue sorprendido por dos criminales que le dijeron "quieto", ellos iban por la camioneta, pero el sacerdote en medio del susto decidió correr, dio la espalda y en ese momento uno de los criminales disparó dos veces contra él, uno de los impactos lo recibió en la espalda. Los hampones no se llevaron ninguna de las pertenencias del sacerdote, solo huyeron del sitio.

Aunque al Padre lo auxiliaron y llevaron hasta el Seguro Pastor Oropeza, murió minutos después de ser ingresado.

Los criminales huyeron del sector, pero a pocas cuadras iba pasando una comisión del Cicpc, al ver la patrulla los dos hombres salieron corriendo y el Cicpc se puso en alerta y se fueron tras ellos.

Al parecer uno de ellos disparó contra la comisión, mientras trepaban las paredes, luego de unos minutos de enfrentamiento, cayó un joven apodado el "Mudo", quien sería el que le disparó al padre.

En abril de 2016, entre las camineras del Parque Metropolitano de San Cristóbal, fue hallado el cuerpo sin vida del Presbiterio Darwin Antonio Zambrano Gámez, de 40 años. Sobre su espalda se observaron señales de violencia y heridas con arma blanca. 

Claman perdón

"Como iglesia estamos consternados por la muerte de Irailuis, también nuestra oración por el perdón de quienes le dieron muerte, porque como iglesia no podemos guardar rencor ni desear el mal a nadie. Lo que queda es pedir por la misericordia de Dios para tantos corazones que andan divagando por ahí y no conocen el valor de la vida", comentó Oswaldo Araque, vicario, un día después del crimen del padre Irailuis.

Para la comunidad católica el crimen de los sacerdotes son hechos atroces, pero que más allá de lo grave de la situación, ellos han decidido perdonarlos y orar por ellos.

La delincuencia en el país ha dejado no solo asesinatos, sino también un sinfín de robos y hurtos dentro de las iglesias y casas pastorales.

La iglesia Católica por años ha clamado más seguridad para todos los venezolanos y han orado por el cese de la delincuencia y que abunde la paz.

Hace cinco años, el sacerdote Juan Carlos Guevara fue víctima de un secuestro. Eran las 5:30 de la tarde de un 18 de octubre, el padre salió a bordo de su Toyota Corolla, color plata, junto a dos mujeres, ambas de la Universidad Católica de Santa Rosa en Caracas. Ellas estaban en Lara por un acto de grado que se realizó al mediodía en El Manzano. Luego de eso, se fueron para Agua Viva pues el sacerdote quería que ellas compraran artesanía para que se la llevaran de recuerdo.

Cuando estaban terminando de hacer sus compras en el local "Bachaco Rojo" de la calle Araguaney, dos malhechores llegaron hasta donde estaba el Corolla y preguntaron que quién era el dueño.

Cuando el padre Juan Carlos les respondió, los hampones le dijeron que era un atraco y que les entregara las llaves. El sacerdote no opuso resistencia y de inmediato le entregó las llaves.

Cuando uno de los malandros tomó el volante el carro no le prendió. El otro hampón que estaba de copiloto, le exigió a la víctima que se subiera al carro y que él manejara.

El cura, se montó pero antes les dijo a las dos mujeres que lo acompañaban que se quedaran tranquilas. Los malandros se montaron y él comenzó a manejar.

Para ese año, Guevara contó a LA PRENSA que no sabía cuántos minutos recorrió con los dos hampones. Él solo miraba la carretera y sus manos sujetaban el volante, pero en un largo trayecto, aún en Cabudare uno de los malandros le pidió que se detuviera. Es en ese momento, se monta un tercer malandro, entonces cambian de asientos dentro del carro; el padre Juan Carlos pasó a un asiento en la parte trasera.

Las damas que se quedaron en Agua Viva de inmediato denunciaron y la Policía comenzó a ubicar el vehículo a través del GPS. Así fue como la DIEP de Polilara logró ubicar a los delincuentes en el barrio El Carmen.

Al ser rescatado, el padre Juan Carlos solo dijo: "suplico a Dios por esos jóvenes que están descarrilados" y los perdonó. 

Iglesia consternada

Hace nueve años fue asesinado José Ramón Mendoza Vásquez, párroco de la Iglesia San Juan Evangelista de Barquisimeto.

El 17 de febrero de 2013, al padre José Ramón lo mataron de un disparo en la cabeza. Era de noche cuando iba a bordo de su vehículo y estaba justo parado en el Distribuidor El Turbio, ubicado entre la avenida Uruguay y la Ribereña, zona que estaba apoderada por la delincuencia. El padre esperaba que la luz del semáforo cambiara a verde, pero fue sorprendido por dos delincuentes en moto, que de inmediato le pidieron sus pertenencias y el carro. Presumen que el sacerdote se asustó y su reacción fue la de acelerar, pero fue alcanzado por una bala en la cabeza. Los hampones no se llevaron el carro, pero le arrebataron la vida.

Homicida cerca

Jesús Manuel Rondón Molina fue asesinado el 21 de enero del año 2020 y su cuerpo fue hallado en una zona boscosa del municipio Junín del estado Táchira, después de estar días desaparecido. Los abusos contra un menor habrían generado el asesinato del presbítero, de acuerdo con lo informado por los cuerpos de seguridad del Estado que desvelaron las razones por la cuales fue asesinado el sacerdote: el abuso sexual reiterado de un menor desde los trece años, quien habría sido el que lo citó y luego asesinó, estrangulándolo. 

Hace dos años, el asesinato de Luigi Manganiello, de 49 años, quien era religioso lasallista, no solo conmocionó a los miembros de la comunidad de La Salle en Barquisimeto sino también a la Iglesia Católica, quien lamentó y repudió el crimen. El profesor y también coordinador de la Pastoral Juvenil fue asesinado en un supuesto robo.

El vigilante llegó al colegio La Salle, sede de primaria, ubicada en la calle 27 entre carreras 13 y 14, y cuando fue a buscar a Luigi, lo encontró muerto. El religioso estaba todo ensangrentado y en la cabeza tenía un fuerte golpe. A Manganiello lo asesinaron golpeándolo varias veces con la tapa del tanque de la poceta.

Tras su muerte, las interrogantes iniciaron, ¿Quién lo mató?, ¿por qué lo hicieron?, siete días después hubo respuestas. El homicida del religioso siempre estuvo cerca de él.

 A Luigi lo mató un "amigo cercano" y tras el atroz crimen se robó algunas pertenencias dentro de la residencia del colegio La Salle para luego huir, pero una semana después lograron atrapar a Rawuel Marín Taborda, de 27 años, presunto implicado en la muerte de Luigi.

Luigi mantenía una relación muy cercana con el homicida.

En dos décadas han sido asesinados 558 misioneros

Desde hace 21 años (2000-2021) en el mundo han muerto de forma violenta 558 misioneros, según las cifras que año tras año registra la Agenzia Fides, adscrita a la prensa de la Santa Sede de la ciudad del Vaticano y que es parte de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

Según los datos recogidos por la Agencia, en el año 2022 fueron asesinados 18 misioneros y misioneras en el mundo, doce eran sacerdotes, un religioso, tres religiosas, un seminarista y un laico.

Mientras que en el año 2021 fueron asesinados 22 misioneros en el mundo, trece sacerdotes, un religioso, dos religiosas y seis laicos. Fides detalló que el mayor número de muertes para ese año se registró en África, donde fueron asesinados 11 misioneros (7 sacerdotes, 2 religiosos, 2 laicos); seguido de América, con siete misioneros asesinados (4 sacerdotes, 1 religioso, 2 laicos); en Asia fueron asesinados tres misioneros (1 sacerdote, 2 laicos); y en Europa fue asesinado un sacerdote.

En los últimos años, África y América se han alternado en el primer puesto de este trágico ranking.

El 20 de junio de 2022, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en México, junto a un guía turístico que buscaba refugio en el templo cuando era perseguido por una persona armada.

Los clérigos eran Javier Campos Morales, de 78 años y Joaquín César Mora Salazar, de 80 años, así como la tercera víctima, Pedro Eliodoro Palma, quienes fueron robados tras el atentado.

Las autoridades informaron que más de 250 funcionarios del Ejército se desplegaron en la sierra Tarahumara de Chihuahua para localizar a José Noriel Portillo, alias el "Chueco", presunto líder de "Los Salazar", un brazo armado del Cártel de Sinaloa y quien es el sospechoso de cometer el atroz crimen.

Fue asesinado por asaltantes

El sacerdote José Manuel de Jesús Ferreira, párroco de la Iglesia San Juan Bautista, de San Carlos, estado Cojedes fue asesinado el 20 de octubre de 2020, de un disparo cuando trataba de auxiliar a una mujer que había sido asaltada.

El homicidio ocurrió después de celebrar la misa. Fuentes detallaron que al concluir la celebración, se acercó a saludar a los pocos fieles que pudieron asistir, debido a la pandemia y fue cuando vio a una mujer que había sido asaltada.

 Al acercarse a ayudarla, recibió un disparo que le costó la vida. Pocos días después del crimen, los funcionarios del Cicpc detuvieron a Johan Daniel Ruiz Silva (18), alias el "Johan", y Rafael Antonio Hernández (21), apodado el "Rafa", por ser los presuntos responsables en el crimen del sacerdote.

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