Han sido varios los intentos en Latinoamérica y el Caribe por concretar una moneda única, dichos esfuerzos van desde el ALADI, ALBA, MERCOSUR, ENTRE OTROS TRATADOS, sin llegar a concretarse. La experiencia más cercana la obtuvo el SUCRE (SISTEMA UNITARIO DE COMPENSACION EN MONEDA REGIONAL) en el cual sobre todo Venezuela y Ecuador lograron intercambios comerciales transados con dicha moneda fidusuaria.
En este sentido las diversas economías de la región han hecho esfuerzos, pero sin lograr el objetivo que van apuntados a la construcción de un único Banco Central y tomando como referencia la exitosa experiencia de la Unión Europea, en dónde más de 17 países comparten al Euro cómo su única moneda. Así mismo, estos países transitaron por un largo camino, hasta concretar un acuerdo que permitió abrir la economía e impulsar el comercio internacional.
Ahora bien, el gran reto para LATAM converge en una política de baja inflación en dónde las económicas de Argentina y Venezuela son las más distantes de una inflación normal, pues el 2022 cerró con 94% de inflación y 305% respectivamente, lo que complica desde el punto de vista macroeconómico la unificación del tipo de cambio, aunado a ello se presentan las distorsiones en la política fiscal cambiaría y monetaria de algunas naciones; La creación de una moneda única es sin embargo una oportunidad que busca aumentar las exportaciones y disminuir los costos de producción en las economías que son miembros.
Recientemente los presidentes de Argentina, Alberto Fernández y el recién electo presidente de Brasil Luis Ignacio Da Silva, propusieron la creación del Sur, nombre que se le acuñaría a una moneda única, la cual secundó inmediatamente el presidente de Venezuela, quien además dijo que el Caribe debería anexarse a dicha propuesta. Los retos económicos son grandes pues van desde la legislación fiscal y tributaria, hasta la aplicación de un modelo económico que debería acentuarse en las libertades económicas, el respeto de la propiedad privada y la fiel convicción que en la economía se fijan los precios al libre juego de la oferta y la demanda, así como eliminación del financiamiento al déficit fiscal del Producto Interno Bruto y claro está la inversión que conlleva por parte de las economías auspiciantes para pasar de la idea al hecho.
Finalmente, se debe escoger el marco normativo sobre el cual la idea de esta única moneda se enmarque sobre el cual pareciera ser el más beneficioso, el de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) quien reúne a la mayor cantidad de países de la región, siendo la segunda opción el MERCOSUR, teniendo como atenuante la suspensión que reposa sobre Venezuela en los últimos años; por tal razón se debe estructurar un plan de políticas macroeconómicas y de integración económica que permitan unificar criterios en pro de la creación de una vez por todas de una moneda única que vaya de la mano con formación de universidades, permisología fitosanitarias homologadas, placas, y todo lo que permita el crecimiento y desarrollo económico de la Región
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