Familiares de desaparecidos en el mar denuncian desatención de autoridades

Fabiola Barrera | La Prensa Táchira.- Más de un mes desaparecidas tienen Yacqueline Velazco y su hija, Grecia Yarleny Roa Velazco, de 50 y 22 años, respectivamente. Ellas, junto a una veintena de personas abordaron una lancha desde la isla de San Andrés en Colombia con destino a Isla de Maíz, en Nicaragua. 

Familiares de las damas aseguran que las autoridades tanto de Venezuela, como de Colombia no han hecho los esfuerzos para ubicar a estas personas, pese a que en el mar se hallaron pertenencias de ellos, mas ninguna pista de que se hayan ahogado o en su defecto, estén con vida. 

Por medidas de seguridad estas personas no quisieron revelar sus identidades, pero dejaron claro que no van a descansar hasta dar con la ubicación de ambas mujeres, quienes esperaban reunirse con su esposo y padre en Estados Unidos. 

"Ellas fueron deportadas porque al parecer la lancha en la que iban no le pagaba a la Guardia Costera y quienes no se alinean con ellos son devueltos". 

Sin embargo hay muchas aristas sin explicar en lo que a esa deportación se refiere, porque si hubiese sido algo que cumpliera con las normas, ellas no se hubiesen escapado y devuelto a la isla para retomar de nuevo el viaje. 

"Ellos lo que hicieron fue hacerse de la vista gorda y les volvieron a cobrar 1400 dólares por persona y pasó lo que pasó". 

Comenta esta persona, que la lancha salió a la una de la mañana del 17 de diciembre, bajo estrictas normas de seguridad ya que no dejan prender teléfonos ni hacerle fotos a la lancha, la cual es absolutamente clandestina, ya que no tiene ningún tipo de identificación. 

"Me voy a subir a la lancha, voy a apagar el teléfono, porque antes de subirnos debemos apagar los teléfonos". Esta situación causó desconfianza en los familiares de las damas, pero no quedó de otra que pedirle a Dios por la integridad de ellas. 

No es la primera vez

El familiar de Yacqueline y Grecia asegura que a ellos les dijeron lo mismo que a los familiares de los desaparecidos de octubre. "Nos dijeron que hay unos pescadores que vieron a unas personas con niños en los cayos. Nos alegramos y entre todos pagamos la búsqueda a esos cayos y era falso. Después otras personas nos dicen que hay información pero debe haber dinero por delante, damos el dinero y tampoco se concretó nada". 

Sobre las personas que llevaron hasta el lugar de zarpe a los ahora desaparecidos, lo que se sabe es que estos les dicen que se queden tranquilos, que ellos están bien, que están vivos con la convicción de quien sabe dónde están estas personas desde el 17 de diciembre. 

Familiares de los más de 20 desaparecidos han hecho búsquedas aparte, ante la falta de respuestas y todos coinciden en que las autoridades colombianas no están haciendo nada al respecto. 

"Algunos familiares estuvieron en la isla y las autoridades solo les dijeron que debían irse, en lugar de colaborar. Dicen que son ilegales y que nadie los mandó a subirse en esas lanchas". 

Ni cuerpos

Por experiencia, los pescadores les comentaron que cuando una persona se ahoga, por muy mar adentro que esté, en una semana o dos aparece el cuerpo en la orilla, ya con signos de descomposición, pero siempre se encuentran. 

Lo alarmante de este caso es que ni estas personas desaparecidas en diciembre ni los de octubre del año pasado, han aparecido ni han dejado algún rastro que haga presumir que pudieron morir ahogados. Es por ello que no pierden las esperanzas de hallarlos con vida. 

"Nos dicen que esa es zona de tiburones, pero no aparece nada, ni un chaleco rasgado, cholas o algo. Solo bolsos dentro de bolsas bien selladas como si las hubiesen amarrados con la finalidad de que se hallaran y se pensara que se ahogaron". 

No descartan que este y los otros dos casos de desapariciones en el mar estén vinculados con trata de personas, pues la red que hay en la isla incluye a casi todos los que hacen vida allí. 

"Todo el mundo come, las autoridades se hacen de la vista gorda".

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