María Alejandra Beltrán (Pasante) | La Prensa Táchira.- Las Unidades de Radiología en los centros de salud públicos se encuentran en situaciones precarias, tanto por la falta de personal como por el mantenimiento de los equipos necesarios para brindar servicios a todos los pacientes.
"Trabajamos con las uñas", es la definición dada por Dilia Chacón, quien es la coordinadora del área de Radiología en el Seguro Social y ejerce su profesión desde hace 32 años como Técnico Radiólogo en el Hospital Central de San Cristóbal.
Aunque el Estado cuenta con servicios de salud privados capaces de realizar cualquier estudio a nivel radiológico, los altos costos de los mismos hacen que gran parte de la población opte por servicios gratuitos.
Servicios como un rayo X de tórax en clínicas privadas de San Cristóbal cuesta alrededor de 14 y $15, dependiendo de la complejidad del examen como una tomografía de cráneo, su precio mínimo es de $40 llegando a costar en otros lugares hasta $47, y si el examen involucra el cráneo y la columna el costo de la tomografía va desde 60 a 65 dólares.
Esta situación afecta a las unidades radiológicas gratuitas, pues al no tener algunos de los equipos necesarios para la realización de estas evaluaciones y queriendo abastecer a todos los pacientes, que durante las 24 horas del día se acercan para obtener sus respectivos exámenes, los únicos equipos en funcionamiento sufren sobrecargas corriendo el riesgo de quedar inoperativos.
De llegar a pasar esto, la unidad de imagenología cerraría por completo y la situación del hospital sería aún más precaria al no brindar un servicio funcional.
La técnico radiólogo, Dilia Chacón, explica que en el Hospital Central solo está habilitada un área de radiología, la cual cuenta con un solo equipo y debido al descanso que este debe tener para evitar un recalentamiento, sólo pueden realizar un máximo de 20 exámenes por cada turno.
Sin embargo, "hay personas que por la emergencia hacen dos, tres y hasta más de cuatro estudios, razones que nos llevan a exceder el uso de estos equipos", comenta.
En el Seguro Social la situación es parecida. Contando con dos equipos recargables, durante el día atienden alrededor de 60 a 80 pacientes en un modo de estricta emergencia por falta de equipos, porque aunque los que tienen son de última tecnología, "no dan para tanto".
Si el paciente se encuentra hospitalizado, los resultados son enviados directamente a las computadoras del área de especialización. Si son pacientes externos, se les facilita tomar una fotografía con el celular.
La falta de equipos mantiene estas áreas con poco personal. Delia Romero, quien se dirigió a la Unidad de Imagenología del Hospital Central a pedir una placa para su hija quien se fracturó la muñeca, comenta que "dentro del área sólo están trabajando dos personas, una es quien maneja el equipo y la otra es quien ayuda con los datos y demás trámites".
Esta información fue confirmada con la técnico Dilia, quien explicó que debido a la falta de equipos, el "Plan de Contingencia" desarrollado durante la pandemia y el poco incentivo económico, la unidad radiológica cuenta con personal que no pasa de tres personas por turno.
Ante esta situación, los pacientes se quejan en los centros de salud públicos porque desconocen la raíz del problema y aún así la mayoría del personal laboral hospitalario trata de ejercer su profesión y función por ética, siendo el único incentivo para continuar.
"Podría decir que muchos trabajadores del sector salud, llámese enfermeros, auxiliares, médicos y especialistas, hoy día trabajamos por vocación y por el bienestar de las personas", afirma la técnico Chacón. Además, resalta que muchos colegas técnicos radiólogos han abandonado esta profesión, dedicándose a otras labores que les generen mayores ingresos, ya que "si fuese por el pago que recibimos no sólo nosotros como técnicos, sino todo el personal de salud público ninguno trabajaría y desempeñaría su profesión".
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