Andrés Rugeles | La Prensa Táchira.- Tras las tragedias de Las Tejerías y El Castaño, organismos de socorro como Protección Civil Táchira activaron protocolos de evacuación y desalojo en las 2300 zonas determinadas por las autoridades como de alto riesgo.
Dichos protocolos consisten en prestar el apoyo necesario a las personas residentes en esos lugares, movilizándolas a zonas más seguras donde no vean comprometida tanto su integridad física como la de sus familiares.
Y, al mismo tiempo, conozcan a través de asesorías dictadas por personal de la mencionada institución por qué no deben retornar a esos sitios.
Sectores como las troncales 1, 5 y 7 se encuentran entre los más afectados, en estos las fallas que con mayor frecuencia se detectaron fueron: "la saturación de los suelos, el incremento de los caudales de las afluentes hídricas y algunos deslizamientos", según detalla el informe que maneja el director de Protección Civil Táchira, Yesnardo Canal.
Al ser consultado acerca de cómo aborda esta situación el organismo que preside, Canal se refirió a "la labor que junto al Gabinete de Infraestructura vienen ejecutando en los lugares que se presentaron estas afectaciones, esto con la finalidad de reducir posibles colapsos de terreno que perjudiquen el tránsito".
Riesgo constante
Las continuas precipitaciones acontecidas en algunos sectores del estado hacen que episodios como el "asentamiento de viviendas y posterior desplome" sea muy común; además Canal recalca que "en la región existen 29 tipos de suelos, predominando entre ellos las arcillas expansivas, presente en el 90% del área metropolitana", áreas usualmente donde se realizan edificaciones tipo viviendas.
Explicó que "muchas de ellas no cuentan con las medidas pertinentes a la que toda obra de ingeniería debe ser sometida, derivando en la alteración del sistema de drenaje, situación que generalmente no suele ser un caso aislado, sino que termina afectando toda una comunidad".
Además, también menciona como segundo factor riesgo "la importante cantidad de fuentes hídricas presentes a lo largo de la geografía tachirense, donde generalmente sus cabeceras se encuentran ubicadas en la alta montaña", y que por lo general durante el período de lluvias "ven un importante incremento en su caudal, provocando desbordes causados por una mayor velocidad en la corriente de agua en comparación con otras épocas del año, afectando así poblaciones y áreas agrícolas cercanas".
Incumplimiento
Pese a todos estos riesgos enumerados por Canal, muchas de estas dificultades pudieron haberse prevenido, ya que "existe un decreto promovido durante su gestión anterior en el año 2014, específicamente el 184, el mismo prohíbe todo tipo de construcción en zonas de alto riesgo, zonas previamente geolocalizadas por el Departamento de Gestión de Riesgos y Desarrollo, el cual se encarga de ejecutar la respectiva inspección previa a la compra y venta de terrenos o viviendas en el estado Táchira para posteriormente aprobar o rechazar su adquisición".
El desacato de esta ley y sus respectivas recomendaciones, asegura "ha incrementado el número de casos donde se observan construcciones a escasos 2 o 5 metros del margen del río", lo que "pudiese provocar catástrofes como la vivida en Las Tejerías", por lo que exhortó a "las notarías y registros para que hagan cumplir este decreto".
Finalizó apuntando que para lograr este objetivo "ya se encuentran trabajando con otras autoridades estadales y municipales, con el propósito de crear conciencia en la ciudadanía que permita elevar los bajos niveles de cultura preventiva hasta ahora percibidos".
Habrá unas 60 ondas tropicales
Luis Vargas, especialista en temas meteorológicos, estima "una temporada baja en cuanto a ondas tropicales" en comparación con años anteriores, a pesar dice que "para muchos la sensación es que esta ha sido más larga de lo habitual".
Sus efectos
Consultado sobre la posible relación que guardan conceptos como las ondas tropicales y las lluvias, analiza: "las ondas tropicales contribuyen a reforzar el período lluvioso en el país año tras año", contribuyendo así a "la generación de mayor nubosidad productora de lluvias, chubascos y actividad tormentosa en el territorio nacional".
Profundizando en su razonamiento, también describe estos eventos como "comunes en nuestra zona", principalmente "por la ubicación en la que se encuentra Venezuela, hace que sea de los primeros países del continente en entrar en contacto con las ondas tropicales".
El origen
Vargas describe a las ondas tropicales como "perturbaciones ondulatorias que ocurren en el viento del este que viene desde África, estas hacen que se formen depresiones tropicales, creando ciclones con vientos máximos sostenidos hasta 63 km/h. Al evolucionar este sistema, sus vientos se ubicarán entre 63 y 118 km/h, pasando a ser una tormenta tropical. Además, acota que "si una onda tropical se mueve velozmente, puede tener vientos más intensos que una tormenta tropical".
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