Redacción | La Prensa Táchira.- Los casi cuatro años de paralización del intercambio comercial pasaron factura a los gremios de aduaneros, transportistas de carga internacional y almacenadoras, pues en estos momentos muchos no tienen las condiciones para poder comenzar a trabajar; sin embargo, mantienen la esperanza de recuperar sus capitales.
Aunque ya están actualizadas 42 agencias de aduana, 18 almacenadoras y 14 empresas de transporte de carga las pérdidas desde el año 2019 son incalculables. La mayoría de empresas cerraron sus puertas temporalmente y el deterioro de los depósitos y los vehículos que estaban estacionados es casi irreparable.
"Nada más para recuperar esos vehículos y restablecer esas almacenadoras se necesitan unos cuantos millones de dólares y ahorita no los tenemos, pero esperamos en los próximos meses poder estar al día con todo el parque automotor porque sabemos que estamos en desventaja con Colombia", explicó Nelson Urueña, presidente de la Asociación de Auxiliares Aduaneros del estado.
Por el municipio Pedro María Ureña la situación es prácticamente la misma. La Cámara Social de Transporte del estado Táchira contaba con un registro de más de mil vehículos de carga pesada entre gandolas y camiones más pequeños, hoy en día y según el inventario realizado sólo pudiera estar operativo un 20%.
Mario Ortega fue uno de los grandes afectados. Comenta que pasó de ser dueño de gandola a ser chofer. Su rubro era el carbón mineral. Lamenta que la frontera haya sido cerrada sin pensar en las consecuencias negativas. Inicialmente se dedicó a hacer viajes nacionales, pero a su gandola se le dañó el motor y hoy en día continúa inoperativa.
Para sobrevivir tuvo que vender los cauchos y algunas prendas de joyería de su esposa.
"Aunque mi vehículo es viejo es recuperable. Le reparo el motor, le pongo los cauchos y podemos salir otra vez, pero necesitamos ayuda. Que sean más dócil con la frontera y con el transporte de carga pesada, que nos den créditos blandos. Tenemos muchas ganas de trabajar y ponernos al día para poder competir con Colombia", señaló.
Códigos
Aunque se restableció el paso legal de mercancías, aún hay expectativas sobre qué va a suceder con los denominados códigos del protectorado con los que se permitía el paso a través de la trocha La Ponderosa. Al consultar con algunos empresarios que gozan del beneficio, aseguraron que hasta el momento no tienen ninguna información sobre qué va a suceder con esto. "El gobernador igual está esperando qué dicen de Caracas sobre los códigos".
Se mudan
Para la exdiputada de la Asamblea Nacional, Karim Vera, hasta el momento no se ha visualizado qué va a suceder con los pasos ilegales, por lo que pudieran permanecer activos y ser utilizados por quienes no tienen acceso a las operaciones legales.
"Aún no se sabe quiénes serán los elegidos para liderar esa tarea, y es allí donde las trochas juegan un papel protagónico para quienes no sean los beneficiados. O sencillamente que la autoridad ejercida por los irregulares sea mudada para los puentes, para señalar quiénes pueden y quiénes no serán actores importantes en este intercambio", destacó.
El actual diputado de la Asamblea Nacional, Franklin Duarte, destacó también que el paso por las trochas sólo se eliminará cuando los funcionarios de los cuerpos de seguridad tomen las acciones necesarias, de lo contrario el contrabando y demás actividades ilícitas seguirá formando parte del intercambio ilegal entre Colombia y Venezuela.
Reclaman precio justo
Celso Fantinel, de Fedeagro, indicó que según información extraoficial, los industriales del país estarían pagando el precio del kilo de maíz a los productores en 0,36 centavos de dólar, un precio que rechazan porque aseguran que no les permite las ganancias necesarias para aumentar la producción de este rubro en 2023.
"Teníamos dos años con un acuerdo con la agroindustria que nos dejaran el precio igual a los costos de importación, o sea que si un maíz importado lo compraban en 450 dólares la tonelada, nos lo pagaran al mismo precio. Pagarlo a 0,36 centavos de dólar por kilo sólo nos permitirá cubrir el 70% de nuestras necesidades.
Sostiene que en Venezuela la producción de alimentos aumentó este año 20%, pero siguen registrando una demanda baja porque no se ha recuperado el poder adquisitivo.
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