Ariana Moreno | La Prensa Táchira.- Elevar la mirada hacia el edificio del Centro Cívico San Cristóbal evoca para muchos sancristobalenses los aires de progreso que esta obra arquitectónica alguna vez desprendió. Al mismo tiempo que señalan con desdén, cómo en sus 36 años de historia este ícono de la ciudad fue convirtiéndose en un símbolo del abandono, la inseguridad y la desidia.
Sin embargo, esto no siempre fue así ya que el Centro Cívico desde antes de su construcción en 1986 fue concebido como uno de los proyectos de desarrollo urbanístico más importantes de Venezuela.
En palabras de su desarrollador, el arquitecto, Henry Matheus, el proyecto nace con el fin de unificar en el corazón de la ciudad todas aquellas edificaciones que tienen carácter de autoridad, desde el punto de vista político y administrativo.
El proyecto inicia a partir del año 1964, cuando se incendió el antiguo Mercado Cubierto, el cual estaba ubicado donde hoy funciona el Centro Cívico. Tras esta tragedia vino la idea de que estos terrenos pudieran funcionar como instalaciones del Concejo Municipal, debido a que su antigua sede fue demolida para dar paso a la 7ma avenida, por lo que tuvieron que mudarse "provisionalmente" a la urbanización Mérida. Con este claro objetivo, en 1978 se crea la empresa Centro Cívico C.A con la participación del Fondo Nacional de Desarrollo Urbano (Fondur), el Concejo Municipal del distrito de San Cristóbal y la Gobernación del estado a Través de la Fundación para el Desarrollo del estado Táchira (Fundatáchira).
Plan maestro
Según Henry Matheus, la oficina del planeamiento urbano del Ministerio de Obras Públicas que tenía al frente al arquitecto, Rafael Rojas Álvarez, hizo un planteamiento de abarcar el Centro Cívico a una extensión de 8 manzanas, un proyecto más ambicioso caracterizado por la visión del arquitecto Rojas, quien venía egresado de la Universidad de São Paulo en Brasil, donde existía una tendencia macro en cuanto a la planificación en materia urbana.
Rojas planteaba unir el Concejo Municipal a otras edificaciones representativas a través de bulevares, pasarelas y túneles. Así como la creación de áreas habitacionales, zonas comerciales y culturales, entre las cuales destacan estudios de arte, fotografía, moda, música, teatro y cine. Matheus expresa que "este planteamiento le hubiese dado un carácter sumamente hermoso a lo que era el casco central de San Cristóbal, único en Venezuela y América Latina".
Inauguración
Después de 10 años, el 31 de marzo de 1986 la primera etapa del Centro Cívico es finalmente inaugurada. Cientos de tachirenses se reunieron en la plaza Bolívar para presenciar el acto inaugural y recorrer las modernas instalaciones de la mano del expresidente Carlos Andrés Pérez.
Esta obra representó el comienzo de una nueva era comercial y de una transformación urbana sin precedentes, con un costo aproximado de 100 millones de bolívares, según narraron medios locales de aquel entonces.
Los días de celebraciones acabaron y mientras los sancristobalenses respiraban aires de grandeza, las autoridades se comprometieron como accionistas a continuar el desarrollo del Centro Cívico en años posteriores. Sin embargo, una decisión institucional parece haber marcado el futuro del Centro Cívico por completo: por falta de recursos o políticas internas, el Concejo Municipal no adquiere las instalaciones que se habían destinado para su uso y decide continuar funcionando en la antigua sede del mercado municipal, en la urbanización Mérida, donde permanecen hasta el día de hoy.
Sin interés
Tras la inauguración del edificio como sede del poder local, poco fue el interés por dar continuidad a este gran proyecto.
Como lo afirma Walther Durán, planificador urbano de la empresa Centro Cívico C.A, "no ha habido voluntad política para lograr desarrollar esta obra completa, porque posiblemente no hay una visión general de los beneficios que su culminación pueda traer". Para Durán, el proyecto Centro Cívico era un plan muy ambicioso que sobrepasaba el área urbana y pretendía establecer relaciones binacionales de crecimiento económico, pero lamentablemente sólo se pudo construir menos del 15% de la obra total.
Asimismo, Henry Matheus, expresa que la culminación de este proyecto, además de traer muchos beneficios económicos y culturales permitiría continuar con el espíritu de las Leyes de Indias, que establecía un ordenamiento del casco central, con la plaza mayor como eje principal. Para los expertos, eso hubiese generado una vida distinta en San Cristóbal.
En el olvido
Luego de 36 años y 10 gobernadores, el proyecto Centro Cívico ha quedado en el olvido. Del plan maestro que abarca 8 manzanas en el corazón de la ciudad, sólo se logró erigir un edificio conformado por dos torres (edificio sede y edificio rental), además de un auditorio que mantiene el logo del Concejo Municipal y el cual con el paso del tiempo se ha convertido en una clara expresión de la indiferencia.
Según Ismael Celis, tesorero del condominio del Centro Cívico, un 33% de las oficinas de este edificio son propiedad del Gobierno y desde el incendio del 2 de diciembre del 2006 que destruyó 6 pisos de la torre donde funcionaba la Contraloría, el Consejo Legislativo y el Banco del Pueblo, estas oficinas están inhabilitadas.
La torre rental está prácticamente desocupada y de los 4 ascensores destinados para movilizarse entre los diversos niveles, sólo funciona uno. Las escaleras eléctricas que tanta impresión trajeron en 1986, ahora son estáticas y sirven de paso alternativo a los demás pisos que por medidas de seguridad recomiendan no subir.
El único espacio que muestra actividad comercial es la planta baja, donde está ubicada la fuente de agua que tampoco funciona desde hace más de 10 años. A pesar de que el Centro Cívico cuenta con tres accionistas que en términos legales deberían tener la responsabilidad de mantener estas instalaciones, el edificio sobrevive gracias al condominio, la empresa Centro Cívico C.A y todos los que hacen vida en este deteriorado ícono de la ciudad.
Paso fronterizo, una luz para el plan "Centro Cívico"
El primer paso a la apertura de la frontera colombo-venezolana, el próximo 26 de septiembre, representa para los expertos una excelente oportunidad para retomar el proyecto del Centro Cívico que ha quedado estancado por más de 30 años.
Para el arquitecto, Walther Durán, es importante que los sancristobalenses conozcan que el edificio del Centro Cívico no es el Centro Cívico como tal. Según Durán, detrás de este pequeño porcentaje de construcción, existe un proyecto mucho más ambicioso que quería rehabilitar la ciudad.
El objetivo principal de este "Plan maestro", como los expertos lo llaman es otorgar a la ciudad un área comercial en el que inversionistas de todas partes del mundo pudieran entrar y revalorizar la ciudad. "San Cristóbal es una ciudad binacional con un comercio nacional, real e histórico y eso es una potencia económica", asegura Durán.
Lo mismo opina el arquitecto, Henry Matheus, quien asegura que la apertura de la frontera puede significar una oportunidad para que las autoridades se enfoquen y le den el talante que requiere el Centro Cívico para el desarrollo de este proyecto. Matheus asegura que el proyecto debe ser desarrollado, según los planes existentes que permitan convertir a San Cristóbal en una ciudad comercial de belleza sin igual.
Para el arquitecto, San Cristóbal se convertirá en la cara visible de la integración, va a ser San Cristóbal y por ello el Centro Cívico debería ser restaurado para que se pueda originar un movimiento comercial, cultural y turístico muy importante.
Ciudad comercial
Desde su fundación en 1561, San Cristóbal ha sido caracterizada por ser una ciudad de paso. Matheus, quien conoce bien la historia de la llamada "Villa de Juan Maldonado", expresa que desde sus inicios la ciudad fue un sitio de descanso entre Pamplona y Mérida.
El encuentro de viajeros permitió que San Cristóbal fuera creando una vocación comercial que permanece hasta el sol de hoy. Por ello, para los conocedores en materia económica, social y urbana, concluir el proyecto del Centro Cívico le brindará una oportunidad comercial muy importante al estado. "La apertura de la frontera y la culminación del Centro Cívico son dos acontecimientos importantes que le darían al Táchira su gran oportunidad", asegura Henry Matheus.
Además, tanto para Matheus como para a Walther Durán, las oficinas del centro de negocios deberían estar dentro del casco central, donde puedan, incluso funcionar delegaciones importantes de varios países.
Una nueva cara
Sin importar el uso que se le dé, los habitantes de San Cristóbal y zonas aledañas aseguran que lo importante es recuperar y darle "una nueva cara" a este monumento arquitectónico de finales de los años 80. Según Julio Ortiz, vendedor del Centro Cívico, es necesario transformar la forma en que los demás ven este edificio. "La inseguridad ha bajado mucho, pero el miedo quedó, la gente casi no entra porque dicen que los pueden robar".
Por este tipo de pensamientos, muchos inquilinos han abandonado sus puestos de trabajo y según el condominio, más del 70% de todos los espacios del edificio están desocupados.
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