Agencias | La Prensa Táchira.- La corriente eléctrica regresó este jueves a contadas áreas de Cuba, dos días después de que el huracán Ian dejase completamente a oscuras la isla y desencadenase la parálisis de las telecomunicaciones y el abasto de agua en gran parte del país.
Las calles de La Habana volvían a mostrar cierta actividad tras el parón que supuso Ian, que cruzó con categoría 3 el extremo occidental de la isla por la provincia de Pinar del Río dejando un reguero de destrucción -incluidas tres muertes- con sus intensas lluvias y vientos que alcanzaron los 200 kilómetros por hora.
Los habaneros regresaban poco a poco, y en la medida de lo posible, a su día a día, pese a que el transporte público, las llamadas telefónicas y la internet móvil siguen muy limitadas y, cuando operan, lo hacen con gran inestabilidad.
Las filas -habituales en los últimos dos años de crisis económica- volvieron a los escasos establecimientos de alimentación y servicentros (gasolineras) que lograron reabrir, con dificultades por un suministro eléctrico intermitente. Los colegios permanecerán cerrados hasta el lunes.
Tras dos días de apagón en la capital, muchos alimentos se han echado a perder en las casas y tiendas de este país caribeño en el que una gran parte de la población vive al día por el desabastecimiento de productos básicos y el fuerte encarecimiento del coste de la vida en los últimos meses.
El diésel, para vehículos y plantas electrógenas y que ya escaseaba antes de Ian, se ha vuelto un bien preciado. Las filas frente a algunos surtidores eran de más de un centenar de metros.
En algunos puntos de la capital, como en otras zonas del territorio nacional, se ha podido conectar la corriente, informó la estatal Unión Eléctrica (UNE), que no indicó cuántos de los 11,1 millones de habitantes del país siguen sin abastecimiento eléctrico.
Según informó la compañía, actualmente se están generando y sirviendo unos 370 megavatios (MW), lo que supone algo más del 12 % de la demanda total del país en el momento de mayor consumo.
La UNE aseguró que ya ha conectado al 37 % de los abonados en La Habana y está satisfaciendo algo más de un tercio de la demanda habitual de la capital.
Siete de las 14 termoeléctricas del país están en funcionamiento, aunque no a plena capacidad. La mayor parte de las demás están en proceso de arranque y conexión al SEN, algo que puede demorarse horas o días.
El proceso para conectar la central Antonio Guiteras, una de las mayores del país, falló esta madrugada por problemas técnicos, según el medio oficial Cubadebate. Energas Varadero, que estaba operativa, tuvo que ser detenida.
Además se está revisando el tendido eléctrico, para comprobar a qué zonas se puede ir extendiendo la corriente generada, ya que Ian provocó graves afectaciones en el tendido del tercio occidental del país. Sólo en La Habana se registraron 114 postes partidos y 45 transformadores dañados.
La UNE explicó que su objetivo es conformar "microsistemas" con corriente e ir extendiendo estas islas iluminadas y conectarlas entre sí hasta volver a conseguir un único Sistema Eléctrico Nacional (SEN), cuando actualmente se habla de tres áreas (occidental, central y oriental). No ofreció plazos.
DAÑOS MATERIALES
Los daños materiales aún no han sido cuantificados, pero en algunas localidades se vieron afectadas hasta el 80 % de las viviendas, según medios oficiales. En Pinar del Río, el 58 % de los colegios sufrieron desperfectos.
En varios municipios costeros aún no se ha retirado el agua de las penetraciones de mar que ocasionó el huracán. Sólo en la provincia de Mayabeque 3.000 personas continúan evacuadas.
El Ministerio de Agricultura, por su parte, ofreció un primer balance de daños en el campo por el paso de Ian, con al menos 8.500 hectáreas dañadas, principalmente de plátano, café y yuca, aunque no incluye Pinar del Río, eminentemente agrícola y la más azotada.
Además, se afectaron cientos de toneladas de fruta y verdura ya acopiada, e infraestructuras agrícolas y ganaderas sufrieron daños parciales.
El tabaco -emblemático de Pinar del Río, donde se produce la materia prima de los habanos más cotizados- se libró del huracán porque se planta en octubre, pero unos 5.000 almacenes de secado sufrieron daños.
El huracán Ian fue una tragedia que vino a poner de relieve problemas que Cuba arrastra desde hace meses o años, como el déficit de generación energética, la falta de mantenimiento de infraestructuras públicas básicas o el desabastecimiento de alimentos y medicinas.
El país sufre desde hace dos años una grave crisis económica por la combinación de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones de EE.UU. y los errores en la política interna.
Con información de EFE.
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