El hombre como ser gregario concibe perfectamente el principio derivado del enunciado "concordia res parvae crescunt" (las cosas pequeñas florecen en la concordia) premisa que se ha utilizado infinidad de veces bajo la frase directa y elocuente de en "La unión está la fuerza" y es allí, precisamente, donde los diversos sectores y estamentos de la sociedad buscan agruparse en estructuras que les permitan establecer bases y fortalezas en el desarrollo de distintas áreas culturales, sociales, religiosas, de género, profesiones u oficios y, por cualquier otra condición, que les sean afines.
Este accionar no es innovador, ya en la edad media la necesidad de robustecer el comercio en los diversos tipos de mercadería y en la activación del desarrollo productivo de los artesanos generó alianzas, que, para la época, permitieron crear estructuras sólidas que mejoraron el intercambio comercial. Está prioridad, basada en puntos de coincidencia, establecieron acuerdos mutuos donde se reconocía que era eficiente converger en fines que beneficiaban a la economía, el trabajo y el equilibrio entre la oferta y la demanda: nacía entonces, bajo el indicio del bien común, la asociación de comerciantes y empresarios que regía las actividades económicas normadas por tópicos de interés y coincidencia netamente económicas.
El surgimiento de los gremios, entendiéndose como las corporaciones compuestas por personas que desempeñan una misma profesión, oficio o actividad, buscando de manera estricta el mejoramiento de sus miembros mediante la incorporación, en su actividad profesional, de nuevos saberes, de intercambio de experiencias y de presentación de proyectos de expansión y fomento del progreso en el ámbito social.
Es esta aclaratoria la que conlleva a dirimir el cómo, en los actuales momentos, se conceptualiza el término gremio y cuáles son sus normas básicas para existir, respuestas necesarias para esclarecer en que se diferencia de un club social cuya naturaleza es congregar a cualquier cantidad de personas con el fin del ofrecerles esparcimiento y actividades culturales.
Las consecuencias que acarrean que los gremios quieran o traten de asemejar sus funciones con este tipo de asociaciones recreativas está debilitando el verdadero fin, la verdadera razón y esencia para el cual fue creado, que está demás reiterar, pero sí recordar la crisis institucional que esto puede acarrear sino se toman las medidas pertinentes.
En este momento estamos en las puertas un proceso electoral de uno de los gremios, que, dentro de nuestra sociedad, guarda una alta connotación e incidencia en su cotidianidad y su desenvolvimiento: Los abogados profesionales que forman parte del desarrollo de la sociedad en todos sus estratos por ser operadores de Justicia. De allí, que es necesario un llamado a la reflexión a los líderes que pretenden dirigir este sector gremial para que se enfoquen en el fin primordial que requieren estos profesionales de primer orden.
La idea no es crear controversias y generar cuestionamientos insensatos, lo imperativo es todos los profesionales del derecho, entre los que me sumo, tengamos éxito y que éste represente el equilibrio social a través de la presentación de una gestión idónea que dignifique a todos y repercuta en la sociedad, en nuestro caso, regional.
Por esta razón invitamos a que los colegas que en un momento dado aspiren a tan responsable e importante posición como es la de dirigir el gremio de los abogados que lo hagan bajo el marco de la responsabilidad y de la plena creencia y concepción de lo que es un verdadero y responsable gremio que agrupa a profesionales promotores del desarrollo de la sociedad regional y nacional.
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