Redacción | La Prensa Táchira.- Vecinos del barrio 23 de Enero de la ciudad de San Cristóbal, instalaron barricadas en varias de sus calles para evitar el tránsito de los vehículos de carga pesada que ingresan a la zona, debido a que aún no ha sido reparada la falla que se presentó hace más de un mes, en la avenida Marginal del Torbes.
La medida de obstaculización que fue tomada hace dos semanas, se dio ya que en al menos tres oportunidades, varios de estos vehículos casi originan accidentes, pues dado lo empinado de las calles, los conductores no lograron llegar hasta la parte superior y tuvieron que retroceder.
Según el relato de José Gómez, hace una semana un carro casi arrolla a una de sus vecinas y a un hombre que vende leche, la tragedia se evitó gracias a las maniobras del conductor y a un tubo que lo paró. "En la otra cuadra pasó un camión alto y se llevó los cables, han llamado a Cantv y a Corpoelec, pero no han venido. Subieron varios camiones cargados de ganado, autobuses y pretendían subir una gandola, eso no puede ser", denunció.
De acuerdo con otros de los habitantes, ya algunas calles presentan hundimientos debido a esta situación, incluso, la semana pasada llegó al lugar el alcalde de la ciudad, luego de un llamado de atención a las autoridades locales, pues en el paso de un vehículo de carga se habrían generado daños en una tubería.
"Vino el alcalde, trajeron seis obreros, abrieron la calle para ver si estaba filtrando agua, checaron las casas a ver si había alguna filtración y nada, no han vuelto. Los vecinos decidieron cerrar para evitar que pasen los camiones de carga, porque si en la calle hay filtraciones, con el peso de los camiones se hunde más ", dijo Richard Zambrano.
Los habitantes del 23 de enero exhortan a las autoridades a solventar la situación lo más pronto posible o a evitar que vehículos con grandes cargamentos busquen en el sector una alternativa de movilidad.
Sin trabajos
Al acudir hasta la avenida Marginal del Torbes a verificar si ya se estaban realizando trabajos de reparación, se evidenció que ningún organismo del Estado se ha abocado a esto.
El hueco de al menos siete metros de profundidad sigue siendo evidente. Recordemos que esta zona es atravesada por la Falla Hídrica de La ULA, que a pesar de los diferentes trabajos que durante años se han realizado para contrarrestar la situación, siempre genera hundimientos y daños.
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