Redacción | La Prensa Táchira.- Este 2 de agosto, la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles en La Grita, celebró su fiesta patronal.
La ceremonia estuvo presidida por Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal junto a su Obispo auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala; el Nuncio Apostólico de Haití Mons. Francisco Escalante y un grupo numeroso del presbiterio de la Diócesis de San Cristóbal y fieles devotos de la Virgen venidos de las diversas comunidades eclesiales del municipio Jáuregui.
En su homilía el Obispo habló sobre las consecuencias del amor a la Virgen y el compromiso que, como bautizados todos los cristianos tienen, "estamos llamados a imitar a la Virgen, en su humildad, en estar llenos de la gracia de Dios y en el no tener miedo, pues si somos seguidores de Jesucristo somos seguidores de Jesús en todo como lo hizo María"
"No podemos estar alejados de la realidad del Evangelio, María nos está acompañando desde hace más de 400 años, y esto es un mensaje para todos los católicos, para seguir echando raíces en el terreno de la salvación, es en la institución, trabajo, casa, aldea, tenemos que hacer realidad el misterio de la encarnación de Cristo. Todos debemos realizar en el mundo los valores del Evangelio".
Desde la Colonia
La virgen Nuestra Señora de los Ángeles, patrona del municipio Jáuregui es venerada desde antes de la conquista. Es una advocación de la Virgen María, originada en Italia y celebrada por franciscanos.
Su culto se estableció en 1574, antes que el del Santo Cristo. Su coronación fue el 1° de agosto de 2009 por decreto del papa Benedicto XVI.
La denuncia
El prelado denunció, las aberraciones que se han venido generando, en contra del verdadero sentido de la vida y la familia, en estos últimos días en el Táchira "al igual que María no nos debe dar miedo predicar el Evangelio. Hay personas que con carrosas en las ferias y desfiles, han ponderado, grotesca y agresivamente las expresiones homosexuales como sucedió aquí en La Grita y en San Cristóbal. Yo soy el primero que respeto la condición sexual de los demás, pero no por eso estoy obligado a callar y a no defender la vida, no denunciar el aborto, la eutanasia, sería de un católico con miedo y ese está encaminado al infierno" aseveró Moronta.
Con información de la Diócesis de San Cristóbal.
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