Anggy Murillo | La Prensa Táchira.- A sus casi 89 años, el abogado Enrique Aristeguieta Gramcko, el único que sigue con vida de los integrantes de la denominada Junta Patriótica que logró la rebelión contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958, destacó que es utópico llegar a pensar que Nicolás Maduro va a entregar el poder por las buenas o a través de elecciones populares.
Considera que se debe tomar la ruta "que sea necesaria" hasta que se logre un cambio en ese modelo socialista implantado por Hugo Chávez y que por más de 23 años ha gobernado el país.
"Ese socialismo del Siglo XXI es una de las tantas imbecilidades que se le ocurrió a Chávez. Llevamos veintitantos años sacrificándonos, sufriendo por culpa de estos incapaces que destrozaron al país para enriquecerse ellos. Afortunadamente, yo no estoy en ese pecado, yo a Chávez lo detesté desde el día que se asomó a decir el por ahora, me pareció un hombre peligrosísimo, malo, resentido y además ignorante", dijo
Explica que el artículo 333 de la Constitución Nacional dice que este instrumento no "perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella", lo que a su juicio se traduce en que toda persona está en la obligación de trabajar en pro de su restablecimiento, sin decir cuál método se debe usar.
Entonces, ¿Cuál es la opción?
No sé. Pero si a ti te han quitado un instrumento de la democracia, que es el voto, hay que dejarlo en campo abierto.
Todo lo que se use para volver a la democracia se vale. Yo creo en eso. Si no se van por las buenas, el 50% de las posibilidades las tienen ellos, los que están en el poder y que se vayan por las malas, eso depende de quién tiene la fuerza en el momento para sacarlos por la fuerza, ahí ellos tendrán que ver.
¿Por qué no cree que salga con votos?
Cómo puede verse una salida electoral si los tres integrantes más importantes de quienes están en el poder han dicho que no se van ni por las buenas ni por las malas. Estoy seguro que estos resultados nunca han reflejado la realidad. Yo estoy seguro que Chávez perdió las elecciones y Maduro perdió las elecciones, pero tienes un Consejo que siempre está con la mayoría de ellos.
En mi época había un equilibrio en el Consejo, ningún gobierno tenía mayoría. Ahorita el CNE es una burla, ellos nunca van a renunciar a tener la mayoría y van a hacer lo que les da la gana y se seguirá votando electrónicamente y se seguirán haciendo saboteos a todos los actos de la oposición. Estamos en una dictadura que ni en el fondo les importa que se lo diga, porque se sienten muy seguros.
¿Considera que la salida de Maduro está cerca?
La salida de Maduro es deseable en todo momento. Maduro nunca debería haber estado allí. Maduro es una figura que manejaba Fidel Castro como le dio la gana y que además se ha comprobado que el régimen completo tiene nexos con la guerrilla colombiana y con el narcotráfico, eso es público. Venezuela es un país en manos de delincuentes. Desgraciadamente, yo creo que no hay fecha a la vista.
En su experiencia, ¿Cómo ve el ejercicio actual de la política?
No veo que haya una oposición a la altura, que dé la talla para el drama que está viviendo Venezuela. Estamos en manos de unos señores que todos sabemos quiénes son y cómo son, con todos los calificativos que se les pueda dar, es la gente menos preparada que ha llegado al poder, quizá en toda la historia de Venezuela.
¿En estos momentos existe un líder en Venezuela que pueda generar una transición?
Venezuela lo que necesita es un gobierno de transición, como lo hubo a la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, que fue un modelo de gobierno con un gabinete ejecutivo con los mejores hombres que se pudieron conseguir, donde ningún partido tenía mayoría ni injerencia, era una junta totalmente imparcial en materia política. El problema es que estos políticos actuales han demostrado es que sólo les interesa quién saca más votos o quién es mayoría y luego se reparten las cuotas de poder y eso no puede ser así. El país necesita que enfoquen a los mejores hombres y mujeres, a las mejores personas que durante un período de cuatro o cinco años el país lo maneje gente que no piense en ganar elecciones, sino piense en reconstruirlo.
¿Cuál es la diferencia de la oposición de 1958 a la que hay ahora en Venezuela?
Esa es la pregunta de las 64 mil lochas. No tengo respuesta para eso, pero hay una gran diferencia, los líderes de aquellos partidos se habían formado en dictadura, era gente sólida, gente que había leído, que tenía programas de gobierno, más o menos sabían lo que querían hacer y cómo hacerlo. ¿Dónde está el Rómulo Betancourt de la oposición de ahorita? ¿Dónde está el Jóvito Villalva? ¿Dónde está el Rafael Caldera, el Carlos Andrés Pérez, el Ramón Velásquez? estos muchachos como que no son sólidos.
¿Es necesaria una renovación de los liderazgos políticos de Venezuela?
El triunfo de Chávez significó borrón y cuenta nueva con los liderazgos que había. El problema es que ahorita no hay gente. Los jóvenes no conocen otra cosa más que esto, no recuerdan cómo fue el Gobierno, ven los resultados de la democracia, pero no lo vivieron.
¿Ve algún líder como candidato presidencial?
Yo personalmente le doy mi apoyo a María Corina Machado porque es la única persona que me parece seria actualmente y que no está allí por razones netamente políticas, es porque cree que puede hacer algo por su país y no se presta a ninguna clase de componenda ni de marramucias. Le deseo éxitos el día que haya elecciones, si yo participo y ella es candidata voy a votar por ella.
¿Sigue teniendo validez o sustento jurídico el gobierno interino que lidera Juan Guaidó?
Yo no quiero hablar de la oposición actual, porque al fin y al cabo es la que existe pero ha sido muy errática, ha actuado con mucha inmadurez, mucha superficialidad. Yo no le niego su buena voluntad y su valor personal a Guaidó, para empezar él está sometido a una especie de control por un partido. Un presidente tiene que tener autonomía, a Guaidó habría que ayudarlo de verdad que hubiera sabido escoger su vida, yo le reconozco ciertos méritos.
¿Cuál ha sido el peor error cometido por esa administración?
No actuar como gobierno interino. Tuvo un momento muy bueno en el que pudo hacer algo, pero se diluyeron en cosas secundarias. La tarea no es fácil porque lo que tienen en frente es una pila de gente inescrupulosa, no es fácil, pero han debido hacerlo. No me gusta hablar mal de Guaidó, pero no ha sido el hombre para las circunstancias, en parte por culpa suya y en parte por culpa de quienes lo rodearon y lo pusieron allí.
¿Qué le hizo falta a Juan Guaidó para poder generar el cambio de gobierno que prometió desde su investidura?
Es muy difícil. No he estado en el sitio de él ni conozco las relaciones que hubo, pero yo creo que desde luego no estar siempre a la defensiva, tenía que buscar siempre la forma de poner al gobierno entre la espada y la pared y ha sido al revés.
¿Por qué no se convocaron a unas elecciones presidenciales cuando asumió el interinato?
Guaidó no tenía que hacerlo porque qué ganaba con eso. Hace elecciones y las gana, el gobierno lo tolera, el régimen lo tolera y después cómo asume el poder, tiene que tener músculo, si tuvieran músculo sí. Pero yo personalmente creo otra cosa. Una cosa es lo que debería hacer con sus posibilidades y otra cosa lo que yo creo que debería hacer, y es que de esto hay que salir como sea y es constitucional, ya luego que se pongan las cosas en su sitio, convocar unas elecciones serias y en los partidos políticos tendría que haber un pacto de unidad y de gobierno, y de buen gobierno.
¿Debe reformarse la Constitución para que las elecciones primarias sean obligatorias?
Lo primero que hay que reformar son las condiciones que tiene que tener un venezolano para ser candidato presidencial, que a mi criterio tiene que tener la aprobación de al menos tres psiquiatras para saber si el tipo está equilibrado. Aparte de tener un título académico, tiene que pasar por un detector de mentiras para ver si no es capaz de mandar a matar gente o de robar, pero esa proposición mía no la va a aceptar nadie.
En una entrevista anterior, usted dijo que había que repensar la democracia. ¿A qué se refiere con eso?
No puede ser que los mecanismos de la democracia se utilicen para destruir, esa es la síntesis de lo que yo quiero decir. La democracia tiene que repensarse y buscar la forma de protegerse, de blindarse, y eso no será perfecto, porque no hay nada hecho por el hombre que sea perfecto, pero por lo menos uno tiene que tener la inquietud y hacer el esfuerzo de perfeccionarla. Tiene que establecer filtros, mecanismos de control para que no la penetren y la reviertan, como hizo Chávez, eso no puede ser.
¿Si Enrique Aristeguieta estuviera en estos momentos activo en la política venezolana, cuál sería el plan a seguir para que caiga este gobierno?
Es difícil, porque era otro país. A mí me gusta mucho la historia, pero no me gusta ser profeta, no soy adivino. Estamos en un trance muy difícil porque estos son unos tipos muy peligrosos, son peores que todo lo anterior que tuvo Venezuela y esto lo digo como profesor de historia que fui durante mucho tiempo.
Si usted en estos momentos tuviera un plan o una ruta a seguir con la que se logren los mismos resultados de 1958 ¿Cree que hay dentro de la oposición un líder digno de ejecutarlo?
Yo no lo veo. Diría que muy capaz María Corina Machado, pero los otros, ninguno me convence. A alguno estaré prejuzgando o juzgando con ligereza, no los conozco bien, es otra generación, no tengo contacto con casi ninguno de ellos.
"Las negociaciones son una pérdida de tiempo"
Para Aristeguieta Gramcko, las mesas de diálogo entre el gobierno y la oposición que se han instalado desde hace varios años solo han servido para "perder el tiempo", pues considera que con quien han dicho en reiteradas ocasiones que no va a entregar el poder ni por las buenas, ni por las malas, no se puede conversar.
"Ellos siempre van con la intención de no ceder, ni poner en peligro su permanencia. Si no vamos a conversar sobre la sustitución de ellos en el poder entonces yo no me voy a sentar en conversar, no vale la pena hablar de nada", dijo.
En cuanto a si es el grupo que lidera Guaidó es el más idóneo para que continúen esos encuentros, destacó que el representante de una de las alas de la oposición venezolana sigue teniendo legitimidad para muchos ciudadanos y gobiernos.
"Él representa algo importante en el campo internacional, los activos que tienen no se pueden tirar por la borda, pero eso está en manos de los dirigentes actuales. Ahorita están encandilados por la elección presidencial, pero si no es limpia, si los resultados no va a ser aceptados por los derrotados, entonces no vale la pena", aseveró.
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