Red ambulatoria se mantiene en pie a punta de colaboraciones

Pacientes, familiares y ONG son quienes hasta ahora les apoyan

Jhoana Suarez | La Prensa del Táchira -Mientras esperan la llegada de insumos y medicamentos, la red ambulatoria de la zona metropolitana del Táchira se mantiene en pie gracias a las colaboraciones de pacientes, familiares y ONG nacionales e internacionales, que desde hace largos meses les colaboran en la tarea de mejorar la atención que brindan a la colectividad. Quienes laboran en estos centros de atención, aseguran que tienen sólo insumos para atender lo más básico en una infraestructura bastante deteriorada. 

En un recorrido realizado por el equipo de La Prensa del Táchira en algunos ambulatorios de Andrés Bello, Cárdenas y San Cristóbal, se constató que efectivamente el talento humano no es un problema para estos centros de salud, pues en su mayoría cuentan con personal médico y enfermero suficiente para atender la demanda de pacientes en su zona. 

Sin embargo, este mismo personal, con admirable vocación de servicio, trabaja en condiciones poco aptas, sin los insumos de seguridad requeridos, en instalaciones con filtraciones, humedad y fallas de seguridad, sin dejar de mencionar el equipamiento de vieja data que suele acompañar sus evaluaciones médicas.

Colaboración

Franklin Montilla, coordinador del Ambulatorio Urbano de Cordero, confiesa que el centro de salud mantiene un stock de insumos gracias a un convenio establecido con Médicos del Mundo España, pues desde "hace un buen tiempo" no reciben insumos por parte del ente gubernamental. "Estamos en la espera de los insumos que corresponden al centro de salud, y mientras esto ocurre Médicos del Mundo nos otorga material médico y medicamentos, incluso ellos han instalado una farmacia donde el paciente retira la medicina que le corresponde con el récipe correspondiente, incluso tenemos la ambulancia operativa gracias a esta fundación", añadió. 

Además de contar con este apoyo, en muchas ocasiones el paciente deja su colaboración al momento de ser atendido. "Nunca se les exige un monto, pero ellos colaboran porque saben que no se cuenta con la dotación suficiente". 

Deficiencias

En el ambulatorio de La Concordia la historia es muy similar, si bien cuentan con una variedad de consultas especializadas, no tienen insumos para cubrir las demandas de atención de los pacientes, por lo que deben esperar por la colaboración de estos para poder comprar gasa, solución e incluso guantes. 

Según Carmen Gómez, directora del ambulatorio, tiene un equipo de trabajo muy bueno, pero las instalaciones en las que deben laborar no son las idóneas. "Tenemos filtraciones, moho y humedad que nos han acompañado por años, incluso han afectado nuestra salud, y aunque han venido ONG y otras fundaciones nadie ha solucionado el problema". 

En el ambulatorio de Barrio Sucre, también mejoraron su fachada y la dotación de algunos insumos gracias a la participación de una ONG internacional que les ha apoyado constantemente. 

Pero lo que no han conseguido es reparar las neveras que se encuentran dañadas desde noviembre y no han podido conservar insulina y mucho menos producto biológico por esta razón. 

En el ambulatorio de El Centro tampoco cambia mucho el panorama, aunque tienen los insumos básicos para atender una pequeña lesión, no cuentan con equipos para que las consultas especializadas se puedan cumplir fielmente, los equipos se han dañado y no hay quién los sustituya. Tampoco tienen condiciones para atender las consultas porque el lugar es pequeño y le hace falta iluminación. Esperan al igual que todos, que las nuevas autoridades cambien su realidad

Esperan mejoras en infraestructura

La realidad que se pudo constatar en cada uno de los centros visitados es similar, todos aguardan entre carencias las promesas de una nueva gestión, que desde ya han asegurado mejoras para la red ambulatoria no sólo a nivel de dotación, sino también a nivel de infraestructura. 

En cada uno de los casos, los coordinadores no pierden la esperanza de que su centro pueda mejorar. 

Carmen Gómez, directora del Ambulatorio Urbano I de La Concordia, aseguró que ella y todo su personal espera que en esta oportunidad sí haya mejoras en la infraestructura del ambulatorio, pues han pasado varias gestiones y nadie se fija en este.

Ambulatorios rurales "desasistidos"

Si bien los ambulatorios urbanos no padecen a gran escala los embates de la diáspora de personal de salud, los rurales sí. En el caso de los centros de salud de la zona de montaña, en su mayoría no tienen médico, están funcionando con la enfermera de medicina simplificada, quien hace la labor de ambos profesionales. 

Según Rodolfo Bustamante, jefe del Distrito Sanitario Número 9, en los ambulatorios de Queniquea, San José de Bolívar, San Pablo y Michelena no se cuenta con médicos que cubran la demanda de pacientes de esta zona. Explicó que si bien la mayoría de los ambulatorios siguen abiertos, sólo cuentan con enfermeras de medicina simplificada y eso no es suficiente. 

Para el galeno, esto se debe a la diáspora de profesionales que está enfrentando el país y los pocos que hay entonces se quedan en las zonas urbanas, quedando las áreas rurales del estado desasistidas. 

Esporádicos

Un ejemplo de ello, es el sector La Curva, ubicado en la vía entre Michelena y el Páramo del Zumbador, donde el ambulatorio sólo cuenta con un médico y una enfermera, pero sólo prestan atención 2 o 3 veces a la semana. Los residentes de la zona deben llegar hasta el ambulatorio de Michelena para poder recibir atención los días en que el centro luce cerrado, es decir, deben recorrer 40 minutos de carretera para poder recibir atención. 

Una realidad similar la viven en otras zonas rurales donde no hay personal de salud disponible suficiente para atender a sus habitantes. Bustamante insistió en que espera que con la nueva gestión se pueda tener disponibilidad de transporte para poder llegar hasta estos centros y hacer una evaluación y finalmente lograr su reactivación.

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