LA ENMIENDA PLATT

INTRODUCCIÓN.- El 15 de febrero de 1898, a 23 días de haber fondeado en el puerto de La Habana, el crucero "Maine" explotó, causando la muerte de 280 tripulantes, y esto ocurría en momentos en que Cuba luchaba por independizarse de España. EE.UU. observaba esta guerra con singular interés. Theodore Roosevelt, subsecretario de la Marina y futuro presidente de los EE.UU. señaló que ello no se debía a un "accidente", insinuando la culpabilidad del Imperio Español. Ese fue uno de los "pretextos" del "imperio estadounidense" para intervenir en una guerra que se mostraba a favor de los cubanos. En todo caso los representantes del presidente McKinley, en las negociaciones con España, debido a la "voladura del crucero", declararon enfáticamente que su "intervención mediadora" en esta guerra, obedecía al principio que: "Los EE.UU. no quieren la isla de Cuba". 

LA GUERRA EE.UU. CON ESPAÑA.- Una de las exigencias de Mc Kinley, era que se aceptara un "armisticio" entre Cuba y España hasta el "primero de octubre" de ese año. Lo que cubanos y españoles no sabían, eran los reales planes de los estadounidenses, que habían decidido "apoderarse" de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El Primero de octubre, era la fecha que los "yanquis" suponían, tendrían toda una infraestructura, una dotación militar, una estrategia de tal volumen, que el imperio español, ya en decadencia, no podría resistir. Obvio que esta política sorprendió en su buena fe a los cubanos, que venían desde hacía mucho tiempo, luchando por su independencia.

 SANTIAGO DE CUBA.- La batalla deciditoria en Santiago de Cuba, culminó el 16 de julio de ese año. Después de cruentos bombardeos estadounidenses y un bloqueo que hambreó a los defensores españoles, esta se rindió. El acto de entrega fue solemne, aunque los "gringos" "olvidaron" invitar a los cubanos que habían luchado denodadamente por su libertad. Así el "ritual de rendición", fue entre españoles y yanquis. Ningún jefe cubano fue invitado, ni siquiera a presenciar el desfile.

LA COMISIÓN ROOSEVELT.- En noviembre de 1900, Theodore Roosevelt fue elegido presidente de los EE.UU. El 5 de ese mes, en La Habana, se constituyó la comisión que iba a redactar la Constitución de Cuba. El general Leonard Wood, gobernador impuesto por los EE.UU. en la isla, hablando a los delegados cubanos, les señaló que por sobre lo que los cubanos discutieran y aprobaran, eran los EE.UU. los que tendrían "la última palabra" en todo aquello que los "gringos", plantearan que era importante para el imperio del norte. ¿Qué hubo de aquello, que a los EE.UU. no les interesaba Cuba?

EL SENADOR ORVILLE PLATT.- Discutiendo una "ley de gastos del ejército", el senador Platt introdujo una enmienda, que tenía sentido para el Congreso, ya que al "gobierno de Cuba se le consideraba una dependencia" de la Secretaria de Guerra. Los cubanos ahí recién se percataron que las "relaciones" entre Cuba y los EE.UU. no eran las que habían "discutido y aprobado" allá en La Habana, sino que estas serían regidas por la "enmienda Platt". Tal acuerdo "yanquí" fue agregado como apéndice a la Constitución Cubana y tuvo 33 años de vigencia. Ella fue uno de los motivos de la lucha para independizarse ahora de los EE.UU., lucha que los yanquis no se resignan a renunciar, por lo cual mantienen el bloqueo criminal a la "heroica Cuba".

¡CUBA VENCERÁ!

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