Fabiola Barrera | La Prensa Táchira.- Delicada situación viven los centros comerciales de todo el país y los de San Cristóbal no escapan a esta realidad. La pandemia agudizó los problemas que ya venían arrastrando los diferentes establecimientos comerciales, siendo estos los más afectados por la crisis económica que se atraviesa, pues la capacidad de compra del consumidor venezolano ha mermado considerablemente.
Además de la soledad que se suele apreciar en los diferentes centros comerciales de la entidad, es evidente que muchos locales permanecen cerrados. Unos con mercancía adentro, pero en remodelación o bien otros con clausura de negocios y a la espera de que nuevos clientes lleguen a ocuparlos.
La realidad entre cada centro comercial es diferente, pues no todos son lugares de esparcimiento y recreación. Unos ofrecen servicios solamente, mientras que otros tienen en su mayoría oficinas o tiendas específicas para cierto target, por lo que la frecuencia de personas "vitrineando" es prácticamente nula.
Tradición
Uno de los centros comerciales de tradición en la región es el Centro Comercial Plaza, ubicado en la carrera 23 entre calles 9 y 10. Con serias dificultades, pero apostando al mejoramiento, se encuentran los locatarios de este lugar.
Quienes más frecuentaban este centro comercial eran quienes vivían en la parte alta de la ciudad, pero al ser un lugar de tradición sus clientes se mantienen. "Son las personas que vienen a comprarnos. El factor transporte hace que las personas busquen lugares cerca de donde viven", dijo Franklin Carrero, quien es locatario del lugar.
Indicó que la crisis económica afectó mucho, las guarimbas y cuando tenían altas expectativas de despegar, se viene la pandemia del COVID-19, lo que redujo del 70% al 20% la apertura de locales comerciales. Acota que tras una mediana "normalización" de las actividades, se han abierto poco más del 50% de los locales de ese centro comercial.
Con 121 locales, 20 minitiendas y 47 apartamentos, al CC Plaza sus arrendados no lo dejan morir. Lamentó que varios negocios murieron por lo dura de la crisis. La privilegiada ubicación que tiene el CC es un fuerte que piensan explotar de cara al inicio de la temporada decembrina.
A diferencia de otros centros comerciales, en el CC Plaza, los locatarios son dueños, por lo que muy pocos establecimientos son arrendados. "Da miedo alquilar".
Incentivos
El centro comercial más grande de la ciudad es el CC Sambil. Cuenta con más de 240 locales, de los cuales 165 se mantienen abiertos y 12 están en remodelación para una pronta apertura.
De acuerdo a la gerente general, Reyna Vivas, desde que se iniciaron las operaciones tras la llegada de la pandemia, han sido muy estrictos en cuanto al cumplimiento de los protocolos de bioseguridad a fin de evitar que el CC sea un foco de contagio. Asimismo, han evaluado el aforo de cada local, según la capacidad de este, a fin de evitar aglomeraciones.
Comenta que en materia de recesión, para ayudar a los locatarios, Sambil creó una figura llamada "Incentivo por pandemia" en el que se exonera desde el 30 al 50 por ciento del costo del alquiler, dependiendo del movimiento de venta registrado. Esta medida se tomó en mayo del año pasado tras permanecer dos meses cerrados, ya que en marzo y abril del año pasado las puertas de los centros comerciales estuvieron cerrados.
Vivas indica que en aras de salir de ese lema "quédate en casa", buscan con eventos y actividades recreativas incentivar las visitas de los clientes al centro comercial, siempre haciendo cumplir las normas de bioseguridad establecidas por el Gobierno.
Más pequeños
Centros comerciales más pequeños como el Tamá, que tiene medio siglo, los locales deben mantener su clientela, pues al no contar con centros de recreación y alimentos son visitados por quienes van a buscar un servicio en particular.
A la fecha y desde el inicio de la pandemia, muchos de los propietarios de negocios congelaron alquileres.
Por su parte, el CC Las Lomas, el primero de su clase en la ciudad, se mantiene por la presencia de pocos negocios.
Encargados de tiendas explicaron que allí no hay condominio y que se mantienen las áreas verdes gracias a que cada quien arregla su frente como puede. La vigilancia que hay es privada de cada local.
Recuperación más lenta
Pandemia, frontera y crisis ralentizan recuperación de los centros comerciales en San Cristóbal
El presidente de la Cámara de Centros Comerciales de Venezuela, Freddy Cohen, asegura que los CC de San Cristóbal, a diferencia de otras regiones, ha sido más lenta la recuperación comercial. "Por ser un estado fronterizo, la pandemia y la situación económica le ha pegado más fuerte la desocupación. Ha habido, pero no es tan rápida como Maracaibo, Barquisimeto, Barinas".
Destaca que en todo el país se registran alzas en los servicios públicos. Lamenta que la calidad no se corresponde con el precio de este. "Hay que apagar los equipos y eso afecta el funcionamiento de los CC".
Espera que noviembre y diciembre permitan un buen cierre de año, en vista de que ya hay vacunación anticovid en el país.
Advierte que si bien habrá flexibilización, no se deben relajar las medidas de protección en los CC.
"El lema no debe ser quédate en casa, sino sal y cuidate", dijo.
Ve con beneplácito que nuevas inversiones lleguen no sólo a San Cristóbal, sino a otras ciudades. "Cuando invierten en Sambil, buscan abrir otras tiendas en otras zonas de la ciudad".
"La tormenta perfecta"
Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, indicó que el sector ha sufrido los embates de la crisis y que la pandemia sirvió como resaltador a todos los problemas que ya se venían arrastrando.
A diferencia de los locales, el centro comercial fue concebido como un centro de recreación, por lo que se ofrecen otros servicios que implican la concentración de personas, por lo que por su naturaleza ha sufrido más que una unidad comercial.
Indica que el Táchira es uno de los estados más afectados por la crisis ya que no es sólo la pandemia, sino los servicios públicos, incluyendo el combustible. "Son elementos que han sido mucho más fuertes", dijo.
Polesel comentó que en una encuesta realizada a nivel nacional, en cuanto a cierre de comercios, el promedio era de un 32% el año pasado y en el Táchira era cerca del 50%.
Agrega que Consecomercio ha rechazado la medida del 7+7 porque se ha demostrado que los contagios no ocurren en centros comerciales, gracias a las medidas estrictas en estas instalaciones.
"Esa medida ha contribuido al deterioro de la economía".
La entrega a domicilio ha sido una estrategia para cubrir los gastos de operatividad de cada uno de los comercios, según explica Polesel. Si bien los comercios físicos no fueron concebidos para ello, se han tenido que invertir para adaptarse a estos cambios. Advierte que esto no aplica a un CC, porque ellos fueron creados para que la gente los visite, por lo que resulta muy difícil llevar los centros de recreación y diversión que hay en los centros comerciales del país.
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