Antonio Díaz a mostrar su categoría mundial a los 40 años

Agencias | La PRENSA DEL TÁCHIRA.- Un frío octubre de 2010 en la ciudad serbia de Belgrado, el karateka venezolano Antonio Díaz lo intentó por cuarta vez en un campeonato mundial. A sus espaldas, lo miraba su máximo rival en la modalidad de kata, el italiano Luca Valdesi quien lo había vencido en los mundiales de 2004, 2006 y 2008.

Su cara ya no reflejaba a la de un incipiente juvenil. Díaz tenía 30 años y aún no llegaba la anhelada medalla de oro en un campeonato mundial. Valdesi lo había vencido en los cuartos de final de Monterrey 2004, las semifinales de Tampere 2006 y en la final de Tokio 2008. Esta última, sin duda, la derrota más dolorosa: había caído en Japón, en la cuna de su amada disciplina.

Pero en Belgrado, la historia cambiaría. Sus movimientos, apenas perceptibles al ojo humano y los sonidos secos que dejaban a su paso las ráfagas que provocaban sus golpes, rozaron con la perfección en la final ante Valdesi.

El italiano vio caer su trono ante su temerario retador. Le tomó de la mano y lo felicitó. Mientras el venezolano, con ojos vidriosos y alegría contenida, elevó las manos al cielo. Aquel triunfo explica, en parte, la actitud de perseverancia y constancia de Díaz ante la vida y el deporte.

 "Sin duda, Luca Valdesi ha sido el rival más importante en mi carrera. Competimos por 10 años. Se había convertido en la piedra en el camino para ganar en ese evento. No fui el caso de que llegas a un torneo y ganas, de una vez, sino que fue una medalla trabajada, con la mentalidad de no darse por vencido", afirma Díaz en entrevista con la Agencia Anadolu sobre su primer título en un campeonato mundial.

En medio de la cuarentena en la que se encuentra en su país debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19), se manifiesta su capacidad de sobrellevar momentos difíciles. A punto de cumplir 40 años y a 15 meses de su retiro del karate profesional, que será en los juegos olímpicos de Tokio 2021, Díaz decidió dar clases online durante el aislamiento pese a los problemas de conectividad de Venezuela.

Dicta clases on line con limitaciones

El karateka relata que regresó a Venezuela a principios del pasado mes de marzo, luego de haber estado en competencias internacionales por dos meses, cuando se decretó la cuarentena en el país ante el surgimiento de los primeros casos de coronavirus. La medida lo obligó a cerrar su academia de karate en Caracas.

Díaz afirma que su objetivo es mantener activa a "la comunidad del dojo" y que también empezó a dar seminarios sobre karate, por medios digitales, que han sido seguidos por alumnos extranjeros. Pese a su emprendimiento, la limitada conectividad en Venezuela es el Luca Valdesi de sus clases online.

"El principal problema es la mala conexión de internet que tenemos actualmente en Venezuela, y también las dificultades que tiene la electricidad. Ha pasado que por falta de luz, hay alumnos que no logran conectarse", expresa el deportista.

Para sortear las dificultades que tiene con los servicios públicos de su país, Díaz decidió empezar a trabajar en unos videos con tutoriales cortos con los que espera llegar a sus alumnos a pesar de la distancia.

Al tiempo que incursiona en el uso de medios digitales, Antonio Díaz no pierde de vista el objetivo actual de su carrera: conseguir una medalla con 41 años en Tokio 2021.

Su aspiración no es en vano, Díaz tiene posibilidades reales de lograrlo. Es quinto en el ranking mundial y sus máximos rivales, entre los que se encuentran el turco Ali Sofuoglu, el japonés Ryo Kiyuna y el español Damián Quintero, saben que se enfrentan a una leyenda en el kata.

Si hay deportistas que puedan conseguir una medalla con más de 40 años en Tokio 2021, Díaz es uno de ellos. Quizás el único junto con el tenista suizo, Roger Federer. Pese a sus posibilidades, confiesa que pensó en retirarse en el campeonato mundial de Linz 2016 donde obtuvo un bronce.

"En 2016 dieron la noticia de que tendríamos al karate en Tokio. No sabía qué hacer, pero al final tomé la decisión apoyado por mi familia y entrenadores. Proyectarme a mi mismo viendo las Olimpiadas por televisión, sin saber qué hubiese pasado, fue lo que me motivó a dar el paso e intentarlo", asegura Díaz.

Para entonces se había convertido en bicampeón del planeta, luego de su triunfo en el mundial de París 2012, sin ceder un solo punto. Se había adueñado, además, de un asombroso Récord Guinness al conseguir durante ocho campeonatos mundiales consecutivos alguna medalla de oro, plata o bronce.

"Llegué al campeonato mundial de 2012 con una preparación muy buena. Prácticamente me sentía superior antes de salir a un encuentro. Recuerdo que la semifinal fue contra el actual campeón, el japonés Ryo Kiyuna, que empezaba su carrera. Veía que tenía un potencial enorme, pero sentí que yo tenía la ventaja. Pensaba 'aquí el de la experiencia todavía soy yo, espera tu momento'", relata el bicampeón mundial.

Al recibir la noticia sobre Tokio, Díaz tenía 36 años. Relata que desde entonces el camino no ha sido fácil. "Vienen muchos competidores jóvenes con ganas y con su parte atlética en plenitud. Ha sido difícil mantenerme en la élite y sobre todo con un calendario de competencias tan fuerte para clasificarse", describe.

Por un retiro con honores

El karate no dejó que Díaz se retirara para fortuna de sus seguidores. Le tenía reservada una presentación final de kata en Tokio, en Japón, en el estadio más importante del mundo de las artes marciales: el Nippon Budokan.

Tokio 2021 representa, además, el debut y despedida del karate en unos Juegos Olímpicos, pues el comité organizador de París 2024 notificó que el ancestral deporte japonés no estará dentro de sus competencias.

"Fue algo que nos dio muy duro. Pensábamos que, siendo Francia un país que tiene tanta tradición en artes marciales, iba a ser fácil que lográramos ese puesto", expresa el karateka.

Ante el rechazo de París, Díaz considera que el karate debe mostrar en Japón porque merece una nueva oportunidad en unos Juegos Olímpicos. "Tenemos que dar un gran espectáculo, llenar el estadio, que sea llamativo y que la gente hable de lo que va a ver en Tokio 2021", asegura.

El retiro de Díaz se traduce en el adiós del karateka más dominante de la región latinoamericana de los últimos tiempos. Por eso, las nuevas generaciones tendrán la tarea de seguir impulsando la disciplina después de Tokio 2021.

Díaz afirma que en los países latinoamericanos hay talento pero que se requiere que los torneos mejoren su calidad y que los árbitros tengan un mayor fogueo internacional.

"Los campeonatos panamericanos de karate (donde Díaz ganó 16 medallas de oro) han mejorado, pero cuando vas a un torneo europeo, que es lo más parecido al campeonato mundial que se disputa cada dos años, te das cuenta que estamos lejos", retrata el karateka.

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