El hecho de que se trabaje a las tres no quiere decir que el virus se va a ir
Vanessa Zambrano
Comerciante
Anggy Murillo | La Prensa Táchira.- Desde este lunes y hasta el domingo 18 de julio, como parte de la semana radical y las nuevas medidas implementadas por autoridades militares de la región, los establecimientos comerciales, el transporte público y la movilidad en general, deben paralizarse a partir de las tres de la tarde, regulaciones que en casos generan molestias en la población, pues algunas personas debieron emprender caminatas bajo la lluvia para llegar a sus hogares.
En un recorrido realizado en horas de la mañana por la ciudad de San Cristóbal se pudo constatar que la mayoría de los establecimientos comerciales y oficinas públicas abrieron sus puertas para la atención de clientes, teniendo en cuenta las medidas de bioseguridad y aforo permitido debido al repunte de casos de Covid-19 en la entidad. Dueños de negocio señalaron que pese a la situación deben salir a laborar, para poder cumplir con las responsabilidades que tienen con sus familias.
Realizando trámites en la Alcaldía de San Cristóbal se encontraba Vanessa Zambrano, al consultarla sobre éstas nuevas medidas de cuarentena en semanas radicales, aclaró que para ella no tienen sentido alguno, pues "el hecho que se trabaje hasta las tres o haya transporte hasta las tres no quiere decir que antes o después de esa hora el virus no va a estar".
En una semana normal, los alrededores del terminal de pasajeros y el mercado de Los Pequeños Comerciantes, suele lucir repleto de carretas en las que los vendedores ambulantes ofrecen sus productos, sin embargo, la situación este lunes era diferente, muy pocos se atrevieron a salir a las calles y los que lo hacían debían estar atentos, pues un vehículo de la Policía del Estado que transitaba por el lugar, les recordaba que estaba prohibido.
La persona encargada de uno de los establecimientos de ventas de víveres de esa zona y quien se identificó como Óscar, dijo al equipo de La Prensa del Táchira que las nuevas medidas no lo afectaban tanto, pues si bien es cierto que en semana flexible cierra el establecimiento entre las cinco y las seis de la tarde, en el transcurso de esas dos o tres horas es muy poco lo que se vende, "a veces solo llegan a pedir un kilo de arroz".
En otro local estaba Jefferson Villamizar, quien señaló que aunque vive del día a día deben laborar hasta la hora que se les permita. Recalcó que en semanas radicales las ventas se disminuyen en alrededor del 50 por ciento, más aún que la policía no les permite exponer la mercancía en la calle.
Michael Gutiérrez, tiene una pequeña venta de medias y accesorios para el celular, dijo que sí se ve un poco afectado pero que son medidas que se hacen "para mantener la salud del pueblo. Más bien se les da las gracias porque nos dejan trabajar aunque sea por unas horas, cosa que no sucede en otros estados. Las personas que necesita algún producto sale a comprar y el vendedor presta sus servicios y ahí nos vamos llevando. La pandemia afectó a todo el mundo, no solo a los empresarios", explicó.
Terminal desolado
Al ingresar al terminal de pasajeros de San Cristóbal, el ambiente era un tanto diferente, solo tres establecimientos de los que se encuentran en su interior estaban atendiendo al público, el resto, mantenía sus santamarías abajo, como según Patricia de Chacón, directora del puerto terrestre, ocurre en cada semana de restricción debido a la poca afluencia de pasajeros y la paralización del transporte hacia otras entidades del país.
Chacón destacó que para este lunes, la operatividad era solo del 15 por ciento, 12 líneas de transporte estaban prestando servicio y la meta de movilización de pasajeros era de mil personas. "En semana radical es poca la gente que se moviliza, los negocios no abren y las líneas piratas también nos están afectando. Hemos estado en conversaciones con autoridades militares y policiales porque necesitamos que se abra nuevamente el terminal, hay muchas familias afectadas".
Para el señor Reyes Hurtado, transportista de una de las líneas de autobuses que para el día lunes estaban laborando, declaró que en las semanas radicales además de que el flujo de pasajeros baja en un 60 por ciento, cambian los horarios y la cantidad de unidades que salen a la calle. "Salimos con menos cantidad de pasajeros, muchos puestos vacíos. Con estas medidas ya a las tres de la tarde no debe haber buses circulando, por tarde el último debe salir a las dos y media del terminal".
Luis Mora taxista de la línea que presta servicios al interior del terminal, añadió que el virus que circula y todas las medidas que se toman para frenar los contagios están afectando duramente el sector. "Un día normal de semana flexible se trabaja hasta las cinco o seis de la tarde y hacemos dos carreras. Ahora en las semanas radicales, muchas veces no hacemos ninguna".
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