José Gregorio Hernández | LA Prensa Táchira.- Aunque Capacho Viejo es un municipio de paso para los migrantes venezolanos, en esta ruta de la frontera entre San Cristóbal y San Antonio del Táchira también ha sentido los efectos de ese fenómeno, con el incremento de actividades informales en el servicio de transporte y presencia de personas que, procedentes del interior del país o retornados de Colombia, se han quedado a hacer vida en la entidad.
Debido a la notable presencia de migrantes que en su paso hacia la frontera pernoctaban en el pueblo, en el barrio Las Delicias fue improvisado un refugio temporal en una cancha deportiva, donde con el apoyo de Acnur, otras organizaciones no gubernamentales y personas de la comunidad, se ofrecía alimentación, agua potable, servicios de baño a los caminantes.
No obstante, con el pasar de los días hubo quejas por parte de vecinos del sector, que se vieron afectados porque personas que pernoctaban en este lugar se introdujeron en algunas viviendas aledañas para cometer hurtos o robos. La denuncia fue formulada ante las autoridades locales. Para el funcionamiento del denominado refugio tampoco hubo coordinación con autoridades municipales y organismos de seguridad, a fin de establecer medidas de control y seguridad sobre el espacio, por lo que el punto de atención debió ser cerrado, mientras se encuentra un lugar apropiado en otra área del municipio para que pueda funcionar.
Capacho Nuevo y Capacho Viejo son pueblos de paso para los migrantes que se dirigen caminando hacia la frontera colombo-venezolano, de allí que Acnur y otras organizaciones tienen previsto colocar puntos de atención en estas localidades.
Todo el Táchira está afectado por el fenómeno
El profesor universitario y analista de asuntos fronterizos, Feijoo Colomine, afirma que todo el estado Táchira está afectado por este fenómeno migratorio. No obstante, sostiene que la carretera San Cristóbal-San Antonio, pasando por los dos Capachos, se convierte en una ruta obligada para los migrantes, pero cree que la mayoría solo pernocta durante la noche en estos pueblos, en sitios donde pueden refugiarse, para luego seguir su camino hacia la frontera.
Dice que el hecho de estar cerrados los puentes y las dificultades que hay para pasar por las trochas del río, porque esos caminos están en manos de grupos al margen de la ley y también de funcionarios corruptos de organismos policiales de ambos países, complica la salida a esos viajeros.
"Por eso estamos exigiendo la reapertura sin condiciones de los puentes. Hay que abrir los puentes para que la gente deje de pagar el peaje a nivel de los caminos verdes del río Táchira". Esas vicisitudes las sufren migrantes que se vienen a pie desde Caracas. Al llegar aquí, la ruta los obliga a pernoctar en Capacho Viejo y Capacho Nuevo, en San Antonio, pero sostiene que son migrantes de paso, aunque también están atajados en la frontera por el problema de manifestaciones que hay en Colombia.
Explica que gente de los municipios que son paso obligado de migrantes, también percibe el retorno de estas personas. Eso se puede apreciar en el seno de las familias, cuyos hijos se fueron para Colombia, Perú, Ecuador, Chile y regresaron o están en fase de retorno porque en esos países las cosas se han puesto muy difíciles para los venezolanos.
Sin embargo, el analista cree que ese retorno no tiene mayor impacto en la comunidad porque se trata de personas, algunas veces docentes, personal de enfermería, trabajadores de organismos públicos, que algunas veces piden permiso donde laboran y se van, o si no piden permiso, se mantienen en contacto con su familia para de alguna manera justificar su ausencia, en caso de que pregunten por ellos. Van por tres o cuatro meses a trabajar en cualquier oficio al exterior y luego regresan. Se podría considerar que es una migración flotante, dijo.
Gente que se queda
Vecinos de ciertos barrios de Capacho Viejo que pidieron no mencionar su nombre, expresaron que en comunidades del municipio, desde hace algún tiempo par a acá habitan personas y familias foráneas, quienes por su acento al hablar se sabe que no son del pueblo, sino que iban de paso o retornaban de Colombia y se quedaron. "Son personas que ahora también necesitan servicios de agua, luz, gas domésticos, bolsas de mercado y salud", dijo un líder vecinal. También en los mercados municipales hay vendedores informales que no son del pueblo.
Crece informalidad en transporte
Por ser un punto intermedio en la ruta hacia la frontera, a Capacho Viejo llegan tanto migrantes como viajeros que se dirigen a Colombia a comprar o hacer distintas diligencias. En esta localidad buscan medios de transporte, ya sea en moto, carros particulares, vehículos tipo taxi, busetas o autobuses, para llegar hasta la zona limítrofe y luego retornar a su lugar de origen. La notable afluencia de pasajeros en este lugar ha hecho que crezca la informalidad en el servicio de transporte, principalmente en la modalidad de mototaxi.
En el casco central de la localidad son escasas las líneas de mototaxi debidamente organizadas, pero ahora hay más de cincuenta mototaxistas informales que se ubican en los alrededor de la iglesia y de la Plaza Bolívar, para ofrecer el servicio de transporte.
Mototaxistas pertenecientes a líneas organizadas expresaron que muchas de esas personas que ofrecen este servicio como "piratas", ni siquiera son del municipio, sino que vienen de otras localidad vecinas que han llegado al pueblo. La competencia desleal afecta a las empresas de transporte debidamente conformadas.
Coordinan creación de punto de atención
El alcalde de Capacho Viejo, Rogelio Ontiveros, dijo que éste es un municipio de paso para migrantes y por ello están en contacto con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, -ente que congrega a organizaciones como Acnur, Consejo Noruego- para habilitar un espacio donde las personas que van en tránsito puedan tener un sitio donde consigan agua potable, servicio de baño y puedan descansar, para luego continuar su ruta.
Entre los migrantes hay adultos mayores, niños, algunas personas con discapacidad que necesitan algún tipo de apoyo. En vista de ello es que están haciendo la coordinación con el órgano correspondiente, a fin de ofrecer atención al migrante y tener mayor organización y seguridad en ese asunto.
Dijo que por lo general, los migrantes pasan la noche en el pueblo y continúan su viaje, tanto los que van hacia Colombia como los que nuevamente están ingresando al país. A esas personas que se encuentran en movilidad también se les ofrece atención en los centros de atención médica, CDI, ambulatorios, cuando lo requieren. Reiteró que por lo general son personas que van de paso. Pernoctan en la noche en el pueblo y al otro día continúan.
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