Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira.- Con 43 años de edad, la paciente oncológica, Merbis Orozco dedica su tiempo a tejer, ofreciendo una gran cantidad de piezas únicas en técnicas aprendidas que le generan una paz y una tranquilidad.
Este oficio lo aprendió desde que tenía nueve años, mientras cursaba cuarto grado de primaria, donde en la materia de educación para el trabajo, aprendió esta manualidad, que luego enseñó con paciencia y amor a su hija, quien es su mano derecha en su emprendimiento.
"En la escuela Ramón Buenahora, nos enseñaron a tejer a dos agujas, y fue mi padre quien me las hizo con un gancho de ropa, lamentablemente no las tengo, pues se me extraviaron, pero es una anécdota muy bonita que tengo" expresó.
Al principio hacia tejidos para sí misma y su familia, sin embargo, con el correr del tiempo, y gracias a una sobrina de su esposo, decidió emprender, poniendo a la venta diversos tejidos como bufandas, ropa de bebé, entre otros.
"Comencé comprando muchas revistas para ver los patrones para ir haciendo poco a poco, pero desde hace al menos 12 años, fui más reiterativa con la venta, vendiéndoles a vecinos, conocidos y amigos" dijo.
Al ser diagnosticada con cáncer de mama, hace más de tres años, se aferró al tejido, "porque allí conseguía paz y tranquilidad que es lo más importante que una tiene que tener en ese momento, porque es un giro de 360 grados, donde la vida le cambia al 100%" expresó Orozco.
En medio de la enfermedad, puso sus esperanzas en lo que más le apasionaba, pues debía sacar fuerzas para luchar y enfrentar esta patología.
"Yo amo tejer, es algo que forma parte de mi vida, a pesar que mi doctora me ha dicho en más de una oportunidad que no puedo hacerlo, aun así no puedo dejar de hacerlo" apuntó.
Para ello, disminuyó las horas de tejido, donde anteriormente podía pasar todo el día usando sus agujas e hilo, ahora, lo hace con un máximo de tres horas.
"Diariamente, aunque sea, tengo que darle dos vuelticas a algo" comentó en medio de risas y una alegría que la regocijaba como mujer, al ser una sobreviviente de cáncer.
Los productos
Con ayuda de su hija, trabaja para tener un stock de productos, siendo la ropa de bebé la que más tiene demanda, pues es lo que las mujeres cuando están embarazadas, prefieren buscar para el alumbramiento.
"Hemos hecho de todo, hasta ropa para mascotas, en diciembre hicimos para una perrita y un gato, estamos esperando que nos envíen las fotografías porque quedamos enamoradas con ese encargo" señaló.
Bufandas, gorros, mantas, cardigans y figuras de comics, estuche para gel antibacterial, y zapatos se suman al inventario, que puede tener un costo de 20 mil pesos en adelante, todo ello dependerá del tamaño.
"Cualquier prenda que a la persona se le ocurra, nosotros lo hacemos en tejido" acotó.
Para realizar los tejidos, deben realizar encargos desde Cúcuta, pues en el vecino país, el hilo representa un valor mucho menor al que se cotiza en San Cristóbal.
"Un hilo de 100 gramos, en Cúcuta sale en 4 mil 800 pesos, en la ciudad, tiene un costo de 13 mil pesos" acotó.
Tejido de moda
Resaltó que la pandemia puso al tejido de moda, creciendo la competencia, donde diferentes empresas elevaron sus ventas, y en su caso, destacó que el pasado año, tuvo muchos más encargados que en épocas anteriores.
Pese a la crisis económica, apuesta por el país, sosteniendo que "sí puede salir adelante, luchemos por lo nuestro, porque somos venezolanos y guerreros" concluyó.
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