Nelson Altuve P | La PRENSA del TÁCHIRA.- En la Recta de Apolonio, un caserío ubicado en el municipio Independencia, la consternación corre por sus angostas calles.
La desolación y el dolor se reflejan en el rostro de sus humildes moradores. El aire de tragedia desgarra con mucho dolor sus corazones.
Varios de los fallecidos y heridos nacieron y se criaron en esa empobrecida comunidad del estado Yaracuy, donde el hambre golpea y las fuentes de trabajo escasean.
"Me gano al mes 1.200.000 mil bolívares al mes, como operador del camión del aseo urbano, con eso no compro ni una bolsa de arroz.", decía este lunes, uno de los sobrevivientes de la tragedia del Convoy militar.
Y esa falta de oportunidades y ver como sus hijos aguantan hambre por una crisis generada por las malas políticas económicas del gobierno fue lo que movió a todos esos hombres y mujeres a buscar otros horizontes.
Algunos ya habían estado en Colombia, solo que fueron a pasar diciembre en casa de sus familias e intentaban retornar al vecino país, como Freddy Garcés quien había trabajado durante meses en Cúcuta, llevó un buen mercado a su hogar y regresó a seguir en el oficio de chatarrero . "Por ahora solo quiero volver a mi casa para recuperarme de las heridas, luego veré que hago".
En ese viaje se llevaron a otros amigos y familiares sin pensar que la tragedia rondaba a su alrededor. La Recta de Apolonio perdió a dos de sus hijos y este lunes llegaron a casa, bajo una multitud que los recibió con los sollozos y lamentos, llevándolos al camposanto de la comunidad, para darles cristiana sepultura.
Víctimas fatales de la tragedia del Convoy: Jesús Alberto Condes (31), Maikol Misael Torres (24) y Orlando José Reyes (27)
Jesús Alberto Conde (31 años) y Orlando José Reyes (27 años), eran primos hermanos y tenían las mismas ganas de trabajar y ayudar a sus parientes. Maikol Misael Torres, cuñado de José Reyes, pero residenciado en San Felipe se unió a este grupo cuando decidieron emprender la marcha a suelo del vecino país.
Los tres regresaron a su tierra, pero dentro de unos féretros y en un camión que fue habilitado para poder hacer el traslado. Los sueños de emprender y prosperar se vieron truncados luego de aceptar esa "colita" en un Convoy militar que perdió los frenos y acabó con el sueño de 11 personas, todos venezolanos, todos padeciendo la terrible angustia de no tener sustento para ayudar a sus familias.
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR
Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR