Agencias | La PRENSA del Táchira.- Los bolivianos acudirán a las urnas este 18 de octubre con su economÃa en una recesión que no se veÃa desde la década de 1980, con un proceso de decrecimiento que se comenzó a notar tras el pico alcanzado en 2013 y que terminó de desencadenarse con la pandemia de la COVID-19.
Uno de los principales retos del ganador de los comicios generales bolivianos será lidiar con una crisis económica que ya se refleja en una caÃda del 7,9 % de enero a julio de este año, con una subida del desempleo al 10,6 % a agosto.
El Instituto Nacional de EstadÃstica (INE) atribuye estos datos a la cuarentena por la pandemia que estuvo vigente desde finales de marzo hasta agosto.
El analista económico Gonzalo Chávez dijo a Efe que el paÃs ya se encuentra en una recesión con un "deterioro sistemático" de las principales variables macroeconómicas como el producto interior bruto (PIB), el desempleo, el déficit público y las reservas internacionales.
El déficit superó los 2.800 millones de dólares en el primer semestre, la cifra prevista para todo el año, según las autoridades transitorias del paÃs.
Al 27 de agosto, las reservas internacionales bolivianas llegaron a 6.667 millones de dólares, con el recuerdo de los más de 15.000 millones de dólares alcanzados en 2014.
"Tenemos graves deterioros económicos y sociales, tenemos serios problemas institucionales, la situación económica por lo tanto es bastante delicada y es la primera recesión que tenemos desde los años 80", indicó Chávez.
Medidas como la desdolarización de la economÃa, la indexación de sueldos a la inflación y una exagerada emisión monetaria terminaron de desatar aquella crisis, que habÃa comenzado unos años antes por factores como la caÃda del precio del estaño, uno de los sustentos económicos bolivianos por entonces.
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