Agencia | La Prensa del Táchira. - "Échenle la culpa de mi muerte a la Federación Rusa". Fueron las últimas líneas que escribió la editora de noticias Irina Slavina en Facebook antes de prenderse fuego ante una oficina del Ministerio de Interior en la ciudad rusa de Nizhniy Novgorod, en el oeste del país.
En una grabación que muestra el momento en que la mujer se quemó a lo bonzo, se ve a un hombre que corre para ayudarla. Ella le empuja mientras él intenta usar su abrigo para apagar el fuego antes de que la mujer caiga finalmente al suelo.
Los sucesos ocurrieron el viernes 2 de octubre. Un día antes, Irina Slavina dijo que la policía registró su apartamento en busca de materiales relacionados con el grupo pro-democracia Open Russia.
El Comité de Investigación ruso confirmó la muerte de Irina Slavina, que estaba casada y tenía una hija. Computadoras y datos fueron requisados. Las autoridades negaron cualquier conexión entre el registro y la muerte de la periodista.
Irina Slavina era editora en jefe del sitio de noticias Koza Press. El lema de la empresa es "noticias y análisis" y "sin censura". La página web se cerró el viernes tras la confirmación de su muerte.
La periodista era una de las siete personas en la localidad de Nizhny Novgorod cuyas casas fueron registradas el jueves, al parecer como parte de una investigación sobre Open Russia.
El año pasado, Irina Slavina recibió una multa por "faltar al respeto a las autoridades" en uno de sus artículos. "La noticia de su muerte fue un verdadero golpe para mí", dijo Natalia Gryaznevich, ayudante del fundador de Open Russia, Mijaíl Jodorkovsky, que se encuentra en el exilio.
"Sé que fue acosada, detenida, multada todo el tiempo. Era una mujer muy activa", le dijo Gryaznevich a la corresponsal de la BBC en Moscú, Sarah Rainsford.
En una publicación de Facebook compartida el jueves, Irina Slavina denunció que 12 personas entraron a la fuerza en su casa y se llevaron memorias USB, su computadora y la de su hija, así como teléfonos que pertenecían a ella y a su esposo.
¿Por qué registraron su casa?
El Comité de Investigación ruso insistió en que Irina Slavina era solo una testigo en su caso: "No era ni sospechosa ni acusada en la investigación penal", le dijo a la agencia rusa de investigación, Ria Novosti, un portavoz del comité.
Ese caso penal está centrado en Mijaíl Iosilevich, un hombre de negocios local que permitió a varios grupos opositores usar su iglesia de parodia para encuentros y otras actividades, incluida la formación de observadores electorales.
Iosilevich creó en 2016 la llamada Iglesia del Monstruo del Espagueti Volador (pastafarismo o pastafarianismo) a cuyos seguidores se los conoce como pastafaris.
Gryaznevich le dijo a la BBC que Open Russia participó en un foro de "Gente libre" en abril de 2019 en Nizhny Novgorod al que Irina Slavina asistió como periodista. Ni el hombre investigado ni Slavina eran parte de Open Russia, subrayó.
La asistente del fundador de Open Russia dijo que la periodista recibió una multa de unos US$65 por su cobertura del evento. Las autoridades concluyeron que dicho evento estaba conectado con una "organización indeseable", según Gryaznevich.
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