Nos hemos mantenido porque nuestros costos son bajos, y aunque no ganamos mucho

Edgar Dulcey

Dueño de un cyber café

A duras penas sobreviven los cyber café en San Cristóbal

Maryerlin Villanueva | La Prensa de Táchira.- A principios de la década del 2000, se popularizó en el país los cyber cafes, establecimiento comercial destinado a que jóvenes y adultos tuvieran la posibilidad de conectarse a la red telemática Internet y a los servicios de la Web.

En el estado Táchira y especialmente en San Cristóbal, fueron numerosos los sitios adecuados para ello, donde con el paso del tiempo, fueron evolucionando, pues contaron con servicio de fotocopiadora, impresiones, anillados, y ventas de refrescos y chucherías.

Hoy día, debido a la crisis, y los pésimos servicios públicos como energía eléctrica y Cantv, muchos han desaparecidos y otros intentan sobrevivir con las pocas personas que aún llegan para navegar unas cuantas horas.

Y es así como lo señala Edgar Dulcey, quien cuenta con un cyber café en La Concordía desde hace más de 15 años, lugar que le ha permitido llevar el sustento a su hogar.

"Nos hemos mantenido porque nuestros costos son bajos, y aunque no ganamos mucho, tratamos de vender lo más que podamos para así mantener la clientela" dijo.

Indicó que comenzó con pocos equipos de computadora, y poco a poco fue creciendo el número hasta llegar elevarlas al número 10, "donde a veces la gente debía esperar que se desocupara una y poderla usar, hoy día, esto no ocurre" expresó.

Destacó Dulcey que la pandemia disminuyó en más del 90 por ciento el uso de las PC, así como las fotocopias e impresiones, esto debido a la suspensión de clases en universidades, y la vía online para escuelas y liceos.

La hora, tiene un costo de 100 mil bolívares o mil pesos, aunque señala que las personas pagan más en la moneda colombiana que en la nacional, debido a la escasez de efectivo.

"Cuando inicié hace 15 años, pensé que esto iba morir con el tiempo, sin embargo, con las renovaciones que hemos hecho, nos hemos podido mantener a esta hora" dijo.

Comentó que contaba con cinco empleadas, ahora, solo con una, ya que por la cuarentena, le queda cuesta arriba poder pagar la nómina.

"Si antes venían 10 personas en el día, ahora vienen tres y eso es mucho, ha sido muy duro mantenernos en lo que va de la pandemia" apuntó.

A ello se suma, la falta de electricidad y fallas en Cantv, no obstante, apunta que se "arma de paciencia" para lidiar con esto y poder mantener sus puertas abiertas al público.

Todo de a poquito

Por su parte, Lesbya Zambrano, tiene su local en Barrio Obrero. Destacó que en más del 70 por ciento se redujo el número de personas que acuden a este establecimiento.

"Todo lo hacemos de a poquito, son pocos los que vienen a imprimir o a usar las computadora, o transcribir documentos" expresó.

Para contrarrestar las fallas de luz, se vio obligada a comprar una planta eléctrica, y a su vez, repagar el combustible para poderla usar.

"Me ha tocado repagarla porque en las estaciones de servicio no están despachando gasolina" indicó.

Usa el servicio de cantv, ya que migrar a un operador colombiano le representa un alto costo en el cual no puede invertir.

"Cantv es muy lento, pero es la única opción que tenemos, y cuando no hay, usamos los datos del teléfono a fin de poder cumplir con lo que necesitan los clientes" agregó.

Las Noticias del Táchira también síguelas en Twitter @laprensatachira, Instagram @laprensatachiraweb y Facebook La Prensa del Táchira

Descarga nuestra app aquí o escanea el código QR

Ver más:
Otras Noticias