"Eché gasolina por última vez hace unas seis semanas en la E/S Continental y fue por terminal de placa"
José Sánchez
Mototaxista
"Uno mismo cambia las pastillas de los frenos, limpia la bujías, pongo parches y le cambio el aceite"
Ramón Bracho
Mototaxista
Fabiola Barrera | La Prensa Táchira.- Difícil situación viven quienes trabajan como mototaxis, pues ante la falta de suministro de gasolina en la entidad se ven en la obligación de comprarla "repagada".
Desde hace seis semanas no hay gasolina para ellos, al igual que para carros particulares, pues desde el incremento de casos COVID-19 en el Táchira, la mesa del combustible decidió crear mecanismos como el pico y placa, con el cual se dificultó que todos tuvieran acceso a la gasolina.
Y es que por litro comprado en el mercado negro deben pagar entre 4 y 5 mil pesos, representando esto el costo de una carrera corta. Para Yonalber Regueira, desde que se inició la crisis de la gasolina es que todo se ha venido a pique. "Desde el año pasado estamos así. Esto no es por la pandemia, sino por la gasolina".
Destaca que aunque está en un buen punto, como lo es el del Hospital Central de San Cristóbal, las personas ya no usan el servicio como antes, pues prefieren caminar. Agrega que hay días en los que se hace 15 o 20 mil pesos, pero a eso debe restarle los 8 o 10 mil pesos que debe pagar por la gasolina. "De paso si uno compra la colombiana, entonces pierde porque es más barata pero no rinde como la otra". En el lugar dura más de doce horas junto a otros mototaxistas de la línea.
A esta situación indica que los repuestos para las motos están costosos y ante la imposibilidad de viajar a Cúcuta para adquirirlos a mejor precio, deben ellos mismos arreglarlas.
Radicalización
Por otro lado, Luis Cárdenas asegura que esta semana, la de flexibilización, son menos las carreras que hace, pues al haber transporte público, las personas prefieren ese servicio. "Las carreras mejoran con la semana de radicalización".
Asegura Cárdenas que en un 40% han disminuido las carreras en comparación a fechas previas a la crisis de combustible. Comentó que a veces la gente no tiene pesos para pagarle una carrera, pero que llegan con productos de la cesta básica y les pagan con eso. Por ejemplo, una carrera corta vale un kilo de arroz o de harina, mientras que una larga pueden ser dos unidades de estos productos.
Explica que entre todos hay que ayudarse, pues si bien lo ideal es recibir el dinero, si no tienen para pagar pero sí dan algo de comida, también se acepta.
Sus propios mecánicos
De la misma forma, Ramón Bracho y José Sánchez, quienes están en proceso de conformar su línea de mototaxis en la prolongación de la quinta avenida, narran que la última vez que llenaron los tanques de sus motos fue hace unas seis semanas en la E/S Continental y fue por terminal de placa.
Aseguran que el mercado negro de la gasolina los tienen quebrados, pues las pocas carreras que le salen sirven para abastecerse de combustible.
Bracho reclama que ni tag tiene, por lo que siempre se ha visto en la necesidad de repagar la gasolina con la que trabaja, pues ni PDVSA ni la mesa de combustible dan respuesta para quienes necesitan un dispositivo para poder acceder a la gasolina en la entidad. Vale recordar que ya van más de doce años con control en el suministro de gasolina a través de un código de barras instalado en los parabrisas de los carros, o en su defecto una tarjeta para los motorizados.
Señalan que para abaratar gastos, ellos mismos cambian las pastillas de los frenos, limpian bujías, ponen parches, cambian aceite y hacen reparaciones menores a las motos. Cuando ya es algo de motor, la llevan al mecánico. "Ya el motor es más delicado, pero si es otra cosa más sencilla la hacemos nosotros porque ya les conocemos las mañas, dijo Sánchez.
Afecta el día a día
En otro orden, Emerson Castellanos, mototaxista que labora en la séptima avenida, explica que a diario se gastan 8 o 12 mil pesos en gasolina para trabajar. "Tiene repercusiones en el diario que uno hace".
Indicó que hay días buenos y otros con menos carreras. Comenta que los días en los que más se hacen carreras se llevan unos 25 mil pesos, mientras que un "día malo" deja unos 10 mil pesos.
Asegura que tanto la pandemia como la crisis de gasolina afectan la clientela. "Las dos cosas afectaron el trabajo de todos nosotros".
Castellanos explica que no tienen otro trabajo adicional que el mototaxi, salvo aquellos "tigritos" como el de ayudar en una obra de construcción.
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