María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- Estallidos ensordecedores y gritos de terror rompieron abruptamente la tranquilidad de la noche del 19 de marzo de 1977 en el pasaje Guasdualito de Puente Real. Lo que comenzó como una celebración familiar con un hervido de gallina, terminó en una de las tragedias que enlutó a toda una comunidad; la explosión de una red de aguas negras que inicialmente dejó seis personas heridas y que posteriormente cobró la vida de cinco de ellas, incluyendo mujeres y niños menores de edad.
La causa del siniestro, según las investigaciones del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, fue la acumulación de gases en el sistema de cloacas, que provocaron una combustión espontánea. Esto debido a la constante contaminación de las alcantarillas con residuos de gasolina de una estación de servicio aledaña y de los numerosos talleres mecánicos de la zona, que tiraban sus desperdicios de combustible directamente al sistema de aguas servidas.
Los medios de la época retrataron la indignación de los vecinos del pasaje Guasdualito, quienes habían denunciado desde hacía varios días que pequeñas llamas se formaban en las alcantarillas, una advertencia que nadie tomó en serio.
La tragedia
La tragedia irrumpió en un momento cotidiano, una familia se reunió para compartir un hervido de gallina para celebrar un matrimonio. Otros vecinos simplemente dormían tras una larga jornada laboral, cuando los estruendos sorprendieron a todos. Los más afectados fueron los miembros de una familia humilde, a quienes los estruendos seguidos por el fuego, interrumpieron su descanso. Las personas no tuvieron tiempo de correr cuando el fuego tomó sus hogares.
Seis personas resultaron gravemente heridas y si bien fueron trasladadas rápidamente al Hospital Central, con el paso de los días el dolor se profundizó en los habitantes de Puente Real, puesto que cinco de los heridos fallecieron a causa de la gravedad de las lesiones.
Como medida inmediata, las autoridades procedieron a la clausura de la estación de servicio, puesto que su red de drenaje estaba conectada con las tuberías de aguas negras de la zona. Aceite, lubricantes y restos de gasolina eran arrojados por estas tuberías, provocando así la acumulación de gases que originó la tragedia.
Un mes después de los devastadores sucesos, los ciudadanos de Puente Real siguieron denunciando que las alcantarillas emanaban un fuerte olor a gasolina y expresaron su temor a que un evento similar se repitiera en cualquier momento.
La explosión en el pasaje Guasdualito, que ya cumple 48 años, dejó una huella imborrable en los habitantes de Puente Real que aún guardan amargos recuerdos de tan devastador suceso.
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