María Cárdenas | La Prensa del Táchira.- A más de un mes de la partida física de Monseñor Mario Moronta, aún se espera la realización de uno de sus más grandes deseos, que su corazón repose a los pies del Santo Cristo de La Grita, testimonio final de una fe, agradecimiento y cariño profundo al Rostro Sereno.
El padre Medina Poveda explicó que este acto del Obispo Emérito, que durante 25 años sirvió al pueblo tachirense, es una expresión de "agradecimiento y fe" hacia el Santo Patrono, con quién Monseñor mantuvo un vínculo espiritual a lo largo de su vida episcopal.
"Monseñor fue un fiel devoto del Santo Cristo, por muchos años peregrino y de manera muy especial este vínculo y está tarea de anunciar y festejar el día del Cristo le permitió conocerlo. Por eso muchas homilías, gestos y detalles son al Santo Cristo. Es una manera de gratitud a esta santa imagen cuatricentenaria y por eso pidió que su corazón descansara a sus pies", explicó el padre.
Este acto de devoción no es el único que dejó estipulado Monseñor Moronta en su testamento espiritual. Además de ser sepultado en la Capilla del Cristo del Limoncito, su valiosa colección de cruces fueron entregadas a las Hermanas Carmelitas en Rubio, tal y como fue su voluntad; y su extensa biblioteca personal fue donada la Seminario Santo Tomás de Aquino y a la Universidad Católica del Táchira.
Trasladado de su corazón
Eduardo Moronta hermano de Monseñor Mario Moronta, explicó que el corazón del Obispo Emérito fue entregado al Obispo de la Dioses de San Cristóbal, Monseñor Lisandro Rivas. De manera extraoficial se conoció a través de Monseñor Rivas que probablemente la ceremonia para cumplir con este pedido podría realizarse en el mes de diciembre de este 2025.
La comunidad de fieles espera con paciencia y fe el día en que el corazón de tan querido pastor del Táchira complete su viaje final a los pies del Santo Cristo de La Grita, la cual probablemente sea una ceremonia cargada de simbolismo, donde el cariño de un hombre humilde por su devoción más preciada se fundirá por siempre con la fe de un pueblo que lo recuerda con amor y gratitud.
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